Homenaje al médico de los campeones en la Legislatura porteña
A los 86 años de edad y después de una intensa trayectoria como médico que atendió a campeones del fútbol y del boxeo argentinos, el Dr. Roberto Roque Paladino («Cacho») recibió esta noche el diploma de Personalidad Destacada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el ámbito del Deporte, otorgado por la Legislatura porteña por iniciativa de la diputada Silvia María Eva Gottero (Bloque Peronista).
La ceremonia se realizó en el salón Ciudad de Montevideo del palacio parlamentario, encabezada por la legisladora Gottero, con la adhesión de su par Claudio Heredia (BP) y la participación de figuras que comparten historias de amistad con el honrado, como los futbolistas Alfio Basile, Reinaldo Merlo, Roberto Saporitt, o los políticos Aroldo Lebed y Daniel Basile, entre otros.
En el acto hablaron el periodista e historiador Héctor Daniel Vargas, quien hizo una emotiva semblanza del doctor Paladino; el presidente del Ente Regulador de Servicios de la Ciudad, Alejandro Ameijenda, y los periodistas Horacio Pagani y Ernesto Cherquis Bialo. Este último, simuló un reportaje al agasajado para darle pie al relato de divertidas anécdotas vividas por el médico, en un clima coloquial y festivo.
Además de la anfitriona Gottero, todos los oradores resaltaron la hombría de bien y la calidez personal de Paladino, quien durante el último medio siglo desarrollo una trayectoria que emparentó la medicina con el deporte y lo prestigió entre los argentinos.
Fue Paladino quien acompañó desde los rincones de los cuadriláteros a no menos de once campeones mundiales del pugilato nacional, entre ellos los idolatrados Nicolino Locche, Carlos Monzón y Víctor Emilio Galíndez. Pero también el legandario Oscar Natalio «Ringo» Bonavena y el célebre panameño Roberto «Mano de Piedra» Durán, fulgurante estrella universal del deporte de los puños.
Siendo un joven médico egresado de la UBA, Paladino colaboró ad honorem con el club Huracán, atendiendo profesionalmente a sus jugadores de divisiones inferiores del fútbol. En esa institución deportiva del Parque de los Patricios conoció al popular ícono del barrio, Ringo Bonavena, quien lo adoptó como médico profesional y lo presentó anrte quien sería a la sazón su gran amigo y compañero de hazañas: el empresario Alberto «Tito» Lecture, dueño del estadio Luna Park, promotor de grandes veladas de boxeo y otros espectáculos.
Paladino también fue el médico de equipos de primera división como Huracán, Temperley y River Plate, con quien logro ser campeón intercontiental en 1986. Y atendió a Diego Maradona, en los inicios precoces de ese crac mundial, así como también prestó servicios médicos a la igualmente joven y destacada tenista Gabriela Sabbatini.
«Vinimos a reconocer el valor de la vida y de lo vivido; la amistad como valor humano fundamental. Vinimos a celebrar su vida, sus logros profesionales y la amistad con la que nos honra», resumió el periodisata Vargas, al hablar en nombre de una de las cofradías que comparte con el Dr. Paladino el amor por la Ciudad de Buenos Aires, el tango, el deporte y otras pasiones de la argentinidad.