8 de noviembre de 2024

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Informe Especial: «Aporte Solidario» todo lo que tenes que saber del Proyecto

Finalmente, hace días, ingresó en Diputados el proyecto de creación del aporte solidario y extraordinario por única vez para ayudar a morigerar los impactos de la pandemia que contempla gravar a las personas que al 31 de diciembre de 2019 hayan declarado un patrimonio superior a los $200 millones, para continuar con una escala que llega hasta más de $3.000 millones.

Sin dudas una iniciativa que desde el primer día en que se conoció la noticia, propios y extraños han salido a hablar de ella. Argumentos a favor, búsqueda de “votos” necesarios, una oposición que se opone a dar debate, fueron algunos de los ápices que se desprendieron.

En NCN elaboramos un completo análisis del Proyecto para entender muchos de los interrogantes que aún perduran: ¿Puede el oficialismo lograr la aprobación? ¿Cuánto representa para las cuentas públicas? ¿Es un “impuesto” o un “aporte”? ¿Qué dice el texto completo? ¿Qué sucede en el Mundo y como legislan al respecto?

LOS DETALLES DEL PROYECTO

La intención del oficialismo es reforzar la recaudación, que tuvo una fuerte caída por la crisis que tiene la actividad económica a raíz de la pandemia de coronavirus, y contar con los recursos para atender la emergencia sanitaria y económica.

El mismo se datalla que se trata de un “aporte por única vez que va a alcanzar exclusivamente a las personas humanas de elevado nivel patrimonial” e impactaría a aproximadamente 12 mil personas.

Deberán pagar este “aporte” único quienes al 31 de diciembre de 2019 declararon una riqueza superior a los $ 200 millones. Comenzaría con una alícuota del 2% que se incrementaría a partir de que el patrimonio sea mayor, con un máximo del 3,5% que pagarían aquellos que tengan declarados $ 3.000 millones o más.

Según el documento que presentó el oficialismo, por los bienes que las personas alcanzadas tengan en el exterior deberían pagar unas alícuotas un 50% más grandes (es decir, con un mínimo de 3% y un máximo de 5,25%). Si un 30% o más de los fondos en el exterior son repatriados en los primeros 60 días desde que entre en vigencia la ley, se eliminará este diferencial.

La AFIP sería el organismo encargado de dictar las normas complementarias a la ley y de la recaudación, que se espera ronde los $ 300 mil millones (cerca de US$ 4 mil millones al tipo de cambio oficial mayorista). Este monto tendrá una afectación específica, por lo que no sería un impuesto coparticipable.

Según el proyecto, lo recaudado se destinará de la siguiente manera: un 25% para programas de exploración, desarrollo y producción de gas natural; un 20% a comprar equipamientos de salud para atender la pandemia; un 20% a apoyar a PyMEs con subsidios y créditos; un 20% para financiar un relanzamiento del plan Progresar destinado a jóvenes estudiantes; y un 15% para urbanizar barrios populares (en donde trabajarán los vecinos y vecinas de cada barrio).

Los Números

De la mano de uno de los autores de la iniciativa, el diputado Carlos Heller, y al propio Máximo Kirchner, el Frente para Todos inició hace días los diálogos en busca de consenso que le permitan alcanzar los números necesarios para aprobar el proyecto.

En ese sentido los lavagnistas coinciden en el concepto de un aporte por única vez de los que más tienen. Pero exigen que se efectivice la derivación de parte de la recaudación para apalancar a pymes y sectores medios en crisis.

En la calculadora del oficialismo hay un número mágico: llegar a los 135 votos. Del total de esos votos, 117 son propios y se precisa una mayoría especial de 129. Con los aliados circunstanciales se llegaría a superar esa cifra.

El Jefe del Bloque de de diputados de Consenso Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez, manifestó que el ojo estará puesto en “analizar en detalle el proyecto para tener la posición definitiva. Si sirve para acompañar a la clase media trabajadora y a las pymes argentinas, estará sosteniendo el trabajo genuino y eso es bueno”.

Si bien ese bloque tiene tres legisladores, se les suma Eduardo “Bali” Bucca, que preside el Interbloque Federal. El único apoyo que aún no está claro es el de Graciela Camaño. Mientras que ya hubo una manifestación concreta de otro economista del espacio.

El diputado Jorge Sarghini aseguró en declaraciones a Real Politik Radio que “al impuesto a la riqueza lo veo bien en tiempos de crisis. Afecta a un sector muy reducido de la población, y por única vez un impuesto solidario me parece una decisión adecuada».

En tanto las “negociaciones” también alcanzan al Interbloque Unidad para el Desarrollo -conformado por partidos provinciales-, el Movimiento Popular Neuquino, y los dos bloques de izquierda.

Por su parte ya es conocido que la coalición opositora Juntos por el Cambio ya anticipó su rechazo al proyecto propiciado por el FdT, e incluso cuestiona prorrogar el protocolo de funcionamiento virtual de la Cámara de Diputados.

La Palabra del Presidente

En una reciente aparición en los medios, Alberto Fernández, indicó que «no es un impuesto, sino una contribución» y consideró que «la responsabilidad y el compromiso social debería obligar a ciertos sectores a entender que hace falta contribuir» en tiempos de pandemia.

Según consideró, las versiones periodísticas que circularon esta semana sobre un supuesto aumento en la alícuota del Impuesto a las Ganancias «fueron la reacción» a la presentación de esa iniciativa que se formalizó ayer en la Cámara de Diputados.

¿Cuánto representa para las cuentas públicas?

Según el Frente de Todos, los gastos e inversiones que tendrá que afrontar el Estado Nacional para atender las consecuencias de la pandemia serán de alrededor de $ 870.000 millones, entre equipamiento para el sistema de salud, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), los bonos destinados a jubiladas y jubilados, la asistencia financiera a las provincias y al PAMI y el refuerzo de los programas alimentarios

¿Qué sucede en el Mundo?

El Financial Times, principal diario financiero de Londres, publicó una editorial a principios de abril en la que recomendaba a los gobiernos llevar adelante un rol activo en la economía, por lo que la redistribución volverá a estar en agenda y los impuestos sobre la renta y la riqueza deberán estar presentes.

En la misma línea, el FMI publicó un informe elaborado por el departamento de asuntos fiscales, en el cual recomienda aumentar las tasas más altas del impuesto a las ganancias y bienes personales, lo que podría lograrse con un “recargo solidario”.

Entre las iniciativas llevadas a cabo por oficialismos se destaca España, donde el partido Más País que integra Iñigo Errejón propuso la creación de un impuesto “a la solidad cívica a quienes más tienen”. Impondría una alícuota entre el 1,0 y el 1,7 por ciento para los patrimonios mayores a un millón de euros, y del 2,0 por ciento para los de dos millones.

En Rusia, el presidente Vladimir Putin anunció que aplicará un impuesto del 15 por ciento a los dividendos en las cuentas extranjeras y un impuesto del 13 por ciento a los depósitos bancarios de más de un millón de rublos, que afectará sólo al 1 por ciento de los titulares.

En Italia, diputados del oficialismo estudian establecer una “tasa Covid” que radica en aplicar un impuesto al 4 por ciento a aquellas ganancias anuales que se encuentren entre los 80 mil y los 100 mil euros; un 5 por ciento entre 100 mil y 300 mil; un 6 por ciento entre 300 mil y 500 mil euros; y un 8 por ciento por encima del medio millón de euros. Estarán exceptuados los médicos.

También en Suiza hubo una propuesta opositora para aplicar un impuesto único del 2 por ciento sobre las fortunas superiores a los 3 millones de francos. Lleva el nombre “impuesto de solidaridad de coronavirus” y fue llevada a cabo por el partido obrero.

En Reino Unido y Alemania también está el debate público instalado y promovido por la oposición, pero todavía no hubo propuestas concretas.

En América Latina también son las oposiciones las que lideran las propuestas. En Brasil hay 4 proyectos presentadas al Senado. Un diputado del PT propuso permitir la imposición inmediata del impuesto, dado que en la Constitución está previsto, pero necesita una ley que nunca fue aprobada. Sería del 2,5 por ciento sobre los activos que superen los 50 millones de reales, y que quienes se presenten voluntariamente tendrán una reducción de la alícuota al 1,5 por ciento.

En Perú un partido con presencia en el Congreso propuso que las personas físicas y jurídicas que facturen más de un millón de soles por año paguen un impuesto solidario de 1 por ciento y que ascienda hasta 3 por ciento cuando se superen los 50 millones de solas.

En Chile, la diputada Camila Vallejo presentará en el Congreso una propuesta realizada por el Partido Comunista. Consistirá en un impuesto a la riqueza dirigido al 1 por ciento más rico del país, con una tasa anual del 2 por ciento, que se cobrará hasta que la distribución de la riqueza sea, medida por el Gini, del 0,25, dado que estiman que el 1 por ciento de la población concentra el 30 por ciento de la riqueza.

En Bolivia el sector del Más de Evo Morales tiene una propuesta en elaboración, y en Ecuador el sector alineado a Rafael Correa empuja la iniciativa, aunque en este país la única persona que tiene atribución legislativa para definir en cuestiones tributarias es el presidente, en este caso Lenín Moreno.

El Texto Completo

 

 

Especial para NCN por Juan José Postararo

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