A lo largo de la historia muchos son los casos en que los propios hijos continúan por la senda laboral de sus propios padres. Hijos de futbolistas que logran llegar a primera, abogados que heredan despachos de sus antecesores, ingenieros, médicos hasta periodistas. Los casos son tan infinitos como profesiones que uno puede enunciar.
La política no es un campo ajeno a esta “tradición” si se quiere, donde los apellidos se repiten a lo largo de la historia. En algunos casos las experiencias no fueron exitosas y en los extremos de esta calamidad aparecen los “hijos del poder”, pero hay otros tantos donde la verdadera vocación política, el ADN de la función pública, de la sana, de la genuina, de la que no se puede ocultar, emerge y se convierten en interesantes ejemplos de padres e hijos compartiendo una historia en post de enaltecer aquello de que “la Patria es el otro”.
Aprovechando la proximidad de una nuevo “Día del Padre”, en NCN, repasaremos algunos de estos casos, donde progenitor y descendencia directa han logrado ser verdaderos actores de la vida política argentina.
Néstor y Máximo Kirchner
Con el diario del lunes confesar que la familia Kirchner lleva en la sangre a la política es decir poco. Acaso el hallazgo podría haber generado algún efecto hace 15 o 20 años atrás, cuando apenas el apellido comenzaba a escribir algunas de las páginas más trascendentales de la historia del país.
La llegada de Néstor (1950-2010) a la presidencia, allá por 2003, era la punta de un Iceberg que a medida que asomaba comenzaba a mostrar los vestigios de la política en su familia. Si ya el solo hecho de que una pareja pudiera sucederse en la presidencia fue un hito hasta ahora irrepetible, la presencia de que un hijo de estos llegue al Congreso es digno de los Guinness World Records.
De perfil bajo, Máximo Kirchner llegó a la política a sus 37 años. Reacio a dar notas a medios, su palabra fuera del recinto de Diputados aparece en seleccionados actos políticos. ¨Prefiero verme con la gente en el territorio, aunque no se entere nadie¨, suele decir. Tiene gestos calcados de su padre, como cuando abre los brazos y se ríe.
Quienes frecuentaron a ambos aseveran que se parecen “en la forma de relacionarse y en su trato hacia el otro” acaso características distantes a CFK que suele tener otro “carácter” , en consecuencia un poco menos “flexible” a la hora de poder crear puentes entre quienes opinan diferente.
«Estoy orgulloso de que mi padre se llame Néstor Kirchner y no Franco Macri y que mi madre se llame Cristina Kirchner, hija de un colectivero de Tolosa, y no Alicia Blanco Villegas, parte de los estancieros de la Argentina» confesó Máximo en un discurso donde cruzó el recuerdo de su padre y las críticas al Gobierno de entonces.
Raúl y Ricardo Alfonsín
Otro de los apellidos que marcó a fuego la historia fue sin dudas el de “Alfonsín”. Claro que en éste caso el “peso político” de ambos es bastante disímil.
Por un lado vale recordar que Raúl (1927-2009), llegó al sillón de Rivadavia y devolvió la democracia al país. Independientemente de la culminación poco feliz de aquel gobierno radical, el Juicio a la Junta Militar es uno de los puntos fundamentales de su proceso.
Por su parte, Ricardo, tuvo un ingreso a la política tardío; recién en 1993 obtuvo su primer cargo partidario, como Convencional Nacional de la UCR. En 1999 fue elegido diputado de la provincia de Buenos Aires, cargo que ocupó hasta el 2003.
Intentó ser presidente y gobernador de Buenos Aires, sin obtener resultados importantes. Desde el 2020 ocupa la Embajada Argentina en España.
Ambos comparten un increíble parecido físico y su progenitor tiene un tono de voz parecido. Es innegable que no puede evitar sus gestos y en alguna oportunidad, Ricardo, confesó que “usaba los trajes de su padre”.
Ricardo hijo dijo alguna vez: «Alfonsín era radical de pura cepa, pero era el más peronista de los radicales» y agregó: «El segundo soy yo».
En los días finales del ex presidente, mientras transitaba su enfermedad, padre e hijo tuvieron una charla íntima y así lo recuerda el actual Embajador: «Nos quedamos solos. Casi no podía hablar. Pero estaba lúcido. En ese momento, le pregunté si sentía miedo. Me miró. Negó con la cabeza. Y señaló con el dedo una foto del día de su asunción. Ahí me dijo: “En ese momento sí que sentí miedo”.
Facundo y Facundo (h) Suarez Lastra
Otro apellido de resonancia en el Radicalismo es el de Suarez Lastra. El clan no solo comparten el ADN político, sino acaso también una interesante tradición en Mendoza, en el cultivo de viñedos de calidad.
Exactamente en Paraje Altamira, zona privilegiada para el cultivo de la vid, reconocida desde 2013 como indicación geográfica por el Instituto de Vitivinicultura, en pleno cono aluvional del río Tunuyán, emerge “Finca Suarez”.
Productores de las uvas de una de las familias pioneras en la región, con más de 100 años de tradición en la zona, cuenta con una producción de unas 4000 mil cajas anuales en 4 variedades : malbec, gran malbec, chardonay y un Brut Nature.
“Mi abuelo, el ingeniero Leopoldo Suarez, reconocido internacionalmente por sus aportes a la vitivinicultura, como la confección del primer manual ampelográfico, llegó a estas tierras hace uno 100 años y fue uno de los primeros en ver el potencial de Altamira para la implantación de viñedos de alta calidad enológica”, relata Facundo Suarez Lastra, actual Diputado y viñatero, como él se describe.
La historia de la familia en la política, comienza con Facundo Roberto (1923- 1998) (padre) quien llegó a militar en la UCR desde joven y fue elegido Diputado provincial de Mendoza, entre 1948 y 1952. Tiene en su historial el hecho de ser uno de los primeros dirigentes correligionario en tener contacto con el presidente Juan Domingo Perón incluso en la residencia de Perón en Madrid, Puerta de Hierro.
Además fue candidato a Gobernador de Mendoza, presidente de YPF durante la presidencia de Arturo Ilia y titular de la SIDE durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
Su hijo Facundo también comenzó a militar desde joven. En la presidencia de Raúl Alfonsín fue designado Intendente de la Capital Federal, cargo que ocuparía hasta 1989.
En 1995 enfrentó a Fernando de la Rúa en la interna por la candidatura a Primer Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En 1997 fue elegido legislador porteño, integrando la Alianza. Desde 2007 ocupada una banca en el Congreso de la Nación tras ser elegido Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
Facundo alguna vez confesó: “Soy tercera generación de dirigentes radicales que ocuparon cargos públicos importantes. La política siempre estuvo presente en mi vida. Cuando era chiquito venían a mi casa Balbín, Zabala Ortiz, Illia. Había muchas conversaciones sobre política y yo absorbí todo eso. Recuerdo que una vez, cuando tenía cuatro años, Balbín vino a casa y no sé porque recité en voz alta un cantito muy famoso de la época que decía: “Balbín en la pomada (las cosas menores) y Zabala en la rosada”.
El resto de la familia: El abuelo de Facundo (Leopoldo Suárez) fue Ministro de Obras públicas de la provincia de Mendoza y su tío, Leopoldo Máximo Suárez, ocupó el cargo de Ministro de Defensa durante la presidencia del mismísimo Arturo Illia.
Conrado, Federico y María Luisa Storani
El nombre de Conrado Storani (1923 -2003) es otro de los dirigentes de peso que tuvo la UCR. El dirigente, uno de los fundadores del Movimiento de Renovación y Cambio, fue ministro de Acción Social durante el gobierno de Alfonsín, de quien fue amigo personal.
Se desempeñó como Diputado Nacional por el radicalismo entre 1958 y 1962 y formó parte del gobierno de Illia, en la Secretaría de Energía, en el período 1963-1966.
Su última participación activa en la política fue como Senador nacional por Córdoba, durante el período 1989-1998.
Tuvo ocho hijos, entre ellos, Federico y María Luisa, quienes heredaron la pasión por la política.
“De mi padre destaco entrega, su solidaridad siempre. Su profesión de médico quizás lo llevó a tener una sensibilidad especial. Y su austeridad” confesó alguna vez el propio Federico.
Éste fue elegido diputado nacional en 1983. Desempeñándose en el cargo hasta 1991. Luego ocupó el cargo de presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto hasta 1989, donde cumplió un importante papel en el Tratado de Límites con Chile.
Presidió el bloque de diputados de la UCR desde 1995 hasta 1999. En el medio tuvo un intento presidencial pero perdió la interna radical contra el binomio Massaccesi-Hernandez.
Con la llegada de la Alianza fue Ministro del Interior y regreso a la Cámara Baja hasta 2007.
Por su parte, María Luisa, Comenzó su militancia política a fines de la década del 60, junto a un importante grupo de jóvenes radicales, entre los que se encontraba su hermano.
Su acción parlamentaria, al igual que su militancia, se destaca por la defensa de los derechos de la mujer y del niño. Es Licenciada En Sociología y Psicóloga Social.
En reiteradas oportunidades fue integrante del Comité de la UCR de San Fernando y elegida como Diputada Nacional por la provincia de Buenos Aires (2009 – 2013).
Actualmente ocupada, desde 2015, el cargo de Diputada Parlamentaria del Mercosur.
Leopoldo, Cecilia y Carmela Moreau
Según cuentan quienes mejor lo conocen, los Moreau, tienen tan arraigado el ADN político en su sangre que alguna vez han relegado un domingo en familia “para evitar discusiones”.
«Es una discusión desde el afecto lo que me permite terminar la discusión y hablar de otras cosas. Él me escucha, me respeta, pero no toma mis opiniones en cuenta como yo tomo decisiones por más que él piense distinto» se sinceró en una entrevista Cecilia.
Moreau padre se unió a la Unión Cívica Radical en 1960. En 1968 fue uno de los fundadores de la Junta Coordinadora Nacional (de la que se alejaría) y de la corriente universitaria del radicalismo, Franja Morada. En 1972 participó de la fundación del Movimiento de Renovación y Cambio, dirigido por Raúl Alfonsín
Fue elegido diputado nacional para los períodos 1983-1987; 1987-1991; 1991-1995 con destacada intervención en los debates referidos a la creación de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP), reforma del Código de Justicia Militar, y reordenamiento Sindical. E incluso presidió la Comisión de Comunicaciones de la Cámara Baja e integró las Comisiones de Defensa Nacional y Legislación Penal.
En 2015 fue expulsado de la Unión Cívica Radical por el Tribunal de Ética por «manifiesta inconducta ética y moral” y desde entonces paso a ser un “Radical K” sumándose a las filas de Cristina Fernández. Hasta 2021 ocupa una banca en el Congreso como Diputado Nacional por Unidad Ciudadana.
Su hija Cecilia militó desde joven en la Unión Cívica Radical (UCR), partido de sus padres, integrando la corriente interna Movimiento Democracia Social (MODESO). Fue secretaria general de la Juventud Radical entre 2001 y 2003, y secretaria de Acción Política del comité bonaerense de la UCR entre 2005 y 2008.
Dejo la UCR para formar parte del Frente Renovador. Desde 2015 es Diputada por la provincia de Buenos Aires.
La familia se completa con Carmela, referente de IgualAr, uno de los partidos del Frente de Todos, es dirigente además de la Asociación del Personal Legislativo (APL).
Nació el 24 de marzo de 1982, a seis años del golpe militar y nueve días antes de la guerra de Malvinas. Si bien desde chica la política es parte de su vida, no piensa en llegar a ocupar una banca “no está bueno que todos en la familia tengamos un cargo. La actividad legislativa para mí es hermosa” sostiene.
Desde que asumió Alberto Fernández es asesora de Santiago Cafiero en la Jefatura de Gabinete y dice pertenecer al “nuevo radicalismo nacional y popular».
Con su padre comparte otro “amor” el periodismo: Tuvo a cargo la producción del documental “La República Recuperada”, sobre el gobierno de Raúl Alfonsín, y condujo “Adelante” en una radio web. Vale recordar que Leopoldo, hasta que entró en política en 1983, se desempeñó en el periodismo gráfico. Trabajó, entre otros medios, en los diarios La Opinión, dirigido por Jacobo Timermann, y Noticias.
Don Felipe, Felipe (h) y Silvia Sapag
Difícil es disociar al apellido Sapag con la política en Neuquén. Es que con ellos nació, allá por 1961, una verdadera fortaleza política: el Movimiento Popular Neuquino.
De la mano del ex gobernador Don Felipe (1917- 2010), y sus hermanos, el ex senador Elías (1911 – 1993), Amado (1921 – 2002), aparte de comerciantes y empresarios, los Sapag sumaban a sus profesiones la de ser “políticos y funcionarios”.
Desde entonces y hace ya 60 años, junto a dirigentes e intendentes peronistas de entonces, fueron los fundadores de una fuerza política que nunca fue superada por partidos opositores en los procesos electorales para gobernador de las últimas seis décadas.
Por su parte Don Felipe ostenta el hecho de haber gobernado la provincia gobernador en cinco ocasiones. Su historia política fue “heredara” por sus hijos Felipe y Silva.
Su homónimo (fallecido en 2019), además de Escritor y Doctor en Ciencias Sociales, fue Vicepresidente del Movimiento Popular Neuquino del cual es considerado uno de sus fundadores, pese a no figurar en el acta fundacional, pues entonces tenía 14 años. A lo largo de casi cincuenta años de militancia ejerció diversas funciones políticas e institucionales y en julio de 2011 fue elegido diputado provincial, y reelecto en el año 2015. En ese marco, presidió la Comisión de Hidrocarburos, Energía y Comunicaciones de la Legislatura de Neuquén.
Por su parte, Silvia, ocupa actualmente (hasta 2025) una banca en el Senado Nacional representando el Frente de Todos. Nacida el 22 de febrero de 1949 en Cutral Có, es divorciada, tiene cuatro hijos y un nieto. Se recibió de profesora de geografía, aunque ejerció poco tiempo.
Fue secretaria privada durante uno de los gobiernos de su padre y directora de distintas áreas de gobierno. Llegó al Senado en 1998 para reemplazar a Jorge Doroteo Solana.
Confiesa que “El Frente de Todos, con Alberto y Cristina, es lo mismo que hizo mi papá, solo que a nivel nacional”.
Entre los recuerdos de la Senadora aparece cuando de “chiquita estaba acompañándolo. Es un orgullo que haya fundado el partido con otra gente, con su familia y que haya perdurado tanto”.
Para NCN por Juan José Postararo