Jesucristo; Narnia y Hollywood, por Federico Addisi*
Nadie ignora que la industria internacional del cine, sobre todo la de Holywood, responde a determinados intereses económicos, que a su vez tienen su anclaje político y cultural. Esto queda claro al ver la temática de las películas. No en vano Meil Gibson fue poco menos que despedido luego de “La Pasión de Cristo”. Y podríamos nombrar otros casos. Como por ejemplo la queja de determinados sectores del cine ante lo que es la grabación de la cuarta secuela de las Crónicas de Narnia. Se quejan del mensaje cristiano desembozado del autor de los libros. Obra de C S Lewis entre 1936 y 1954, escribió siete libros exactamente reunidos bajo un solo título Las Crónicas de Narnia, en los que realizó una original recreación del cristianismo. Es cierto. ¿Y cuál es el problema? Encuentro muy saludable y recomendable para los chicos toda la saga. Sobre todo “El león, la bruja y el armario”. En ella nos detendremos.
Allí las alegorías son muy fuerte como salvífico su mensaje. Basta mencionar al león Aslan (claramente simboliza a Jesucristo) cuando traicionado por Edmund (representa a Judas) que es tentado por la Bruja Blanca (el demonio), realiza su sacrificio para redimir culpas y éste vuelve a resucitar sobre la mesa de piedra al igual que Jesús. La figura del león no es casual tampoco, ya que se supone que es el rey de las bestias, y Cristo el León de Judá. La muerte, pasión y resurrección de Aslan equivalen a la de Cristo. Incluso en el diálogo previo: “Hasta acá me pueden acompañar, a donde debo ir debo hacerlo solo”; esto evoca a la profecía de Isaías del Ciervo de Yavé. Hasta los niños y niñas del libro son llamados los hijos de Adán y Eva…
Todo esto emociona hasta las lágrimas, tanto a los pequeños como a los adultos, y a contrario sensu de lo que dicen los detractores, la película resulta realmente entretenida y con un sano mensaje. Recordemos que hasta el propio gran amigo de Lewis, y responsable de su conversión, J Tolkien criticó duramente las Crónicas por considerar exageradas las alusiones al cristianismo; pero el propio Lewis se encargó de explicarlo en una carta que le envió a una niña llamada Anne. “Supongamos que de verdad exista un mundo como el de Narnia, que se haya corrompido (como el nuestro) y Cristo quiso ir a ese mundo a salvarlo (tal como nos salvó), ¿qué podría haber ocurrido? Las historias son mis respuestas. Como Narnia es un mundo de bestias que hablan, considero que en ese mundo, Él se convertiría en una bestia que habla, tal como se convirtió en un hombre. Lo imaginé convertido en ese mundo en un león, porque el león se supone sea el rey de las bestias; a Cristo se le llama el ‘León de Judá’ en la Biblia; y tuve unos sueños extraños con leones cuando comencé a escribir la obra.”
(*) Historiador revisionista. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad del Salvador. Además es Diplomado en Antropología Cristiana (FASTA) y en Relaciones Internacionales (UAI). Publicó “San Martín, Rosas, Perón. Un homenaje a Fermín Chávez” (2008); “Estévez. Vida de un Cruzado” (2009); “Raúl Scalabrini Ortíz. Sus libros y sus enseñanzas” (2009); “Aportes al Bicentenario” (2011); “Historia de la Revista del Instituto Juan Manuel de Rosas” (2013). Es columnista en “Noticias del Congreso Nacional”. Como historiador, pensador y periodista siempre se manifestó estrechamente vinculado al Pensamiento Nacional y a la Doctrina Nacional del Justicialismo. Actualmente es el Director de Cultura de la Fundación Rucci de la Confederación General del Trabajo.