La detención de Cristina preocupa al oficialismo; por Claudio Hugo Naranjo*
El Gobierno Nacional se entero por distintas fuentes de la Justicia que Cristina Fernández de Kirchner puede quedar detenida por Traición a la Patria antes del 22 de octubre. Con la ex mandataria correría igual suerte el ex canciller Héctor Timerman en donde la causa que iniciará el Fiscal Especial Alberto Nisman daría sustento suficiente para proceder a sus detenciones en forma inmediata.
También se sumaría a esta causa, otra, en la cual los peritos de la Gendarmería Nacional determinarían que al Fiscal lo asesinaron en la madrugada del domingo 18 de enero de 2015; con lo cual el gobierno anterior queda en el centro de la escena como el responsable directo de su muerte.
Los acontecimientos que se vivieron el último viernes 1 de septiembre en Plaza de Mayo, pidiendo por la aparición de Santiago Maldonado, marcha correcta hasta que aparecieron los vándalos de siempre destruyendo la ciudad e hiriendo gravemente a varios policías, no hace nada más que abonar la fuente, que el kirchnerismo intenta desestabilizar al gobierno del Presidente Mauricio Macri –ya no por una derrota estrepitosa el próximo 22 de octubre- antes que Cristina termine tras las rejas en Ezeiza.
El kirchnerismo es un “pequeño pelotón de fanáticos” en plena retirada que intenta, ante la condena de toda una sociedad, llevarse puestos a todos los argentinos. El Gobierno Nacional prefiere primero derrotarla definitivamente en las urnas y luego si la Justicia lo cree necesario, proceda en la detención de la ex presidenta. Pero los tiempos judiciales, que son siempre extraños, parecieran que ahora en plena campaña electoral, deciden llevarla a prisión. Hace pocos días el Juez Claudio Banadio dijo que: “Si fuera por las campañas políticas o el fixture de la AFA y FIFA solo trabajaría 4 días al año”. Es un excelente comentario de un juez que nunca se dejó llevar por las presiones, pero viendo el grado de locura de estos grupos vandálicos, no sería más conveniente aguardar hasta el 22 de octubre y que el mundo vea de qué manera estrepitosa pierde las elecciones Cristina Fernández de Kirchner. Al kirchnerismo lo espera el olvido que es lo más terrible que le pueda pasar.
Con respecto a las dudas que existen en torno de la desaparición de Santiago Maldonado, ¿no sería lo correcto que el Gobierno Nacional pase a degüello a la cúpula de la Gendarmería Nacional? ¿Se puede confiar en estos hombres ciegamente cuando la ciudadanía está observando atentamente el desarrollo de los hechos, antes de una elección tan trascendente?
El manual de la opinión pública actual dice, que busca en todas sus expresiones que no le mientan; la ciudadanía pide a gritos por los distintos canales de las redes sociales que Santiago Maldonado aparezca con vida, también se observa nítidamente que toma distancia de las fuerzas que estuvieron en el lugar de los hecho, en consecuencia el Gobierno Nacional que es el primero que debe velar por la seguridad de todos los argentinos, debiera tomar nota y actuar rápidamente en despejar la maleza que envuelve el caso.
Con un clic la ciudadanía ingresa a Google, la enciclopedia más grande de la historia de la humanidad; en el mundo de la información hoy se puede apreciar qué está opinando el ciudadano de a pie, hoy el universo liquido de internet le está informando a la clase política cuál es el exacto pensamiento por el cual está atravesando. Una información mal desclasificada termina en apenas un par de horas con meses de reuniones de campañas políticas.
Ya no son los titulares de los periódicos los que despiertan al receptor, mucho antes ingresaron en las redes y están informados de lo qué está sucediendo en Chubut o en Afganistán; lo que buscan hoy los ciudadanos es que el emisor transmita y ejecute lo que creen ellos es la realidad. Un vendedor/a de Trelew sabe mucho más de la desaparición de Maldonado que un jefe de redacción de cualquier medio nacional.
Tres gendarmes en pase a disponibilidad es lo que dice el instructivo, ¿para qué complicarse? Al Presidente de la Nación nunca le tembló el pulso a la hora de meter el bisturí hasta el hueso. Tal vez haya llegado el momento de tomar medidas, que están mucho más allá del kirchnerismo.
*Periodista-Escritor
@naranjo_claudio