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«La realidad es la única verdad» por Miguel Angel de Renzis

El macedonio Aristóteles que vivió entre el 384 AC y el 322 AC, acuñó la frase “la única verdad es la realidad”.

El tres veces presidente argentino, Teniente General Juan Domingo Perón, invirtió la construcción aristotélica afirmando que la realidad es la única verdad.

De esa realidad queremos hablar. Mientras todavía los medios se ocupan de la negociación de la deuda externa y todos nos preguntamos cómo sigue, queremos presentar una realidad insostenible.

El 40% de la población está radicada en la provincia de Buenos Aires. Mucho antes de que esto ocurriera, el fundador del federalismo Manuel Dorrego, dirigiéndose en 1826 al Congreso Constituyente, les habló de las provincias autosuficientes, es decir que fueran las recaudadoras directas y que todas contribuyeran al sostenimiento de la Nación.

Esto no ocurrió y después de Caseros el concepto liberal unitario fortificó el centralismo porteño.

El principal empleado público, el presidente Alberto Fernández Perez, a pesar de la abundancia porteña de su gabinete, había ofrecido en plena campaña trasladarse a sesionar en las segundas ciudades de cada provincia, para darle más vigencia al federalismo.

La pandemia y la cuarentena lo imposibilitaron.

Pero hay un episodio que pertenece a la historia reciente y que demuestra el daño causado por la administración radical del presidente Raúl Ricardo Alfonsín Foulkes, y de su gobernador de Buenos Aires, el medico de Saladillo, Alejandro Armendariz.

Ante el fracaso rotundo de la economía y la inflación galopante del alfonsinismo, el gobierno de entonces sabía que era inevitable el triunfo del peronismo en la provincia de Buenos Aires.

Allí prepararon la estrategia. Desfinanciar la llegada de Cafiero – Macaya, para lo cual achicaron 9 puntos la coparticipación correspondiente a la provincia.

El 13 de marzo de 1986 se aprobó la modificación al régimen de coparticipación bonaerense, que produce el 43% del PBI nacional.

El sistema unitario vigente hace que las provincias aporten al gobierno nacional, y después éste distribuye. De lo recaudado el 54.66% se reparte en las provincias argentinas y el 42.34% lo administra la Nación, quedando un 3% del PBI para partidas especiales.

El 1992 la gobernación de Duhalde logró que se aprobara el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense, para ampliar algo más la escasez de fondos.

La maniobra de Alfonsín y Armendáriz  se perdió en el tiempo. Ya nadie se acuerda los escándalos ocurridos en la provincia con el ministro Storani y el desvío de cajas PAN, la distribución de las partidas para inundaciones usándolas para activismo político del ministro Aldo Negri, o el nombramiento de Leopoldo Luis Buame, antiguo jefe de Policía del Proceso en el gobierno de Armendáriz en el 87.

En 1973, en el gobierno de Bidegain – Calabró, por primera vez una mujer presidió la Cámara de Diputados, y fue la peronista Blanca d’Acosta de Vicente López. Con Armendáriz, por primera vez una mujer fue vicegobernadora, Elva Roulet, hasta que María Eugenia Vidal se constituyó en la primera en ocupar la gobernación.

Cuando Vidal asumió la provincia tenía una deuda dejada por Scioli de 9.362 millones, el 58% en moneda extranjera.

Cuando Vidal se fue dejó una deuda de 10.913 millones, pero el 83% en moneda extranjera.

El actual gobernador Kicillof recibió un gobierno totalmente endeudado y condicionado.

En el 2020 tiene vencimientos por 1382 millones de dólares.

En 2021, 1.468 millones.

En 2022, 1.100 millones.

Y en 2024, 1.613 millones.

Buenos Aires, como está, es inviable. Arrastra problemas de larga data que deben ser arreglados urgentemente con la coparticipación.

Es momento para una reforma impositiva seria, con pocos impuestos y al que lo evade, prisión.

Los bonaerenses tienen que tributar impuestos territoriales y municipales que se sobreponen, pero la evasión en Buenos Aires es muy grande.

ARBA, igual que la AFIP, en lugar de buscar a los grandes que no tributan, se ensañan con los que siempre pagan, recaudando con nuevos impuestos.

Al presidente argentino le gusta citar permanentemente a Alfonsín. Tiene que saber que fue el culpable de la destrucción de la esperanza de millones de bonaerenses.

Buenos Aires así, es inviable.

Es el mayor productor del PBI nacional y recibe entre el 19 y el 21% en el mejor de los casos.

Dorrego ya lo había dicho. Por eso, y por otras cosas, lo fusilaron en Navarro.

Tenemos un gobierno centralista y unitario al que debemos revertir por un gobierno federal donde las provincias sean autosustentables.

Usemos la de Aristóteles o la de Perón, la realidad es la única verdad.

 

Miguel Angel de Renzis es Periodista y conduce  De Renzis a de ayer a hoy.

Escritor, conductor televisivo y locutor.

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