Este gobierno ni conduce, ni controla, ni coordina los ejes o programas principales para torcer el rumbo. Ni si quiera se ocupa de lo cotidiano: tener más patrullas en las calles, solucionar el hacinamiento de presos en comisarías o realizar controles de armas en calles y rutas de la provincia, por mencionar algunos.
Cuando se convocó a la Junta Provincial de Seguridad creímos que, finalmente, se empezaba a desandar un camino que nos lleve a una solución en la materia. Era el espacio propicio para empezar a recorrer ese sendero. Sin embargo, el gobierno nuevamente sacó a relucir su condición de “Ni Ni”: ni el Gobernador, ni la Vicegobernadora estuvieron presentes.
Otrora como oficialismo y actualmente como oposición, entendemos que la seguridad es un tema que se debe abordar con políticas de estado claras y no con discursos y frases para la tribuna. Este flagelo supera a un partido o frente político. Así la historia lo indica y así actuamos en consecuencia, reclamando desde la institucionalidad.
Quien claramente hizo de la seguridad una campaña electoral fue Omar Perotti que se centró en el eslogan de “Paz y Orden” y ahora se esconde y se llama a silencio. Claramente no hay Ni paz Ni orden.
El gobierno no gestiona ni se deja acompañar, lejos están de asumir que el problema de la seguridad no se solucionaba con un eslogan sino que es necesario tener un programa o plan de gobierno para el área.
Desde la legislatura acompañamos todas las leyes que envió el ejecutivo para la emergencia en seguridad. Las herramientas están a disposición del gobernador Perotti y, con sorpresa, vemos que todavía no se ejecutaron esos recursos ni explicaron por qué no lo hicieron.
Aún más, el presidente de la Nación Alberto Fernández, en un acto publico, le pidió al Gobernador que se ocupara de la seguridad de la provincia. Para ello le asignó recursos económicos y personal a su disposición. Sin embargo, parecer que las internas del pejotismo siguen jugando fuerte y no sólo que no se utilizaron esos recursos nacionales, sino que la llegada de los agentes federales fue casi nula y sin coordinación con fuerzas locales y provinciales.
Estamos convencidos que no alcanza con drones, software y distintos elementos tecnológico para frenar los altos grados de violencia que viven muchos barrios de las distintas ciudades de nuestra provincia.
A esa tecnología le hace falta una mirada e intervención multiagencial, que permita una mejoría en la vida cotidiana de sectores con mayor vulnerabilidad, donde el estado ha sido desplazado por sectores de la narcocriminalidad.
Pretendemos que Perotti entienda que la situación no da para más. Tiene que salir de la pequeñez política que lo lleva a no intervenir en localidades donde no gobierna su color político y empezar a gestionar para que, por lo menos, no se agrave aún más la situación.
Tiempo atrás habíamos dicho, ¿quien nos devolvía el tiempo perdido? La respuesta es contundente: nadie.
Este gobierno no toma dimensión de la situación angustiante en la que viven muchos santafesinos y santafesinas víctimas de la inseguridad. Se dedican a argumentar con chicanas y pasar facturas a gestiones anteriores sin atender el problema de fondo. Desde nuestro lugar como oposición no nos van a encontrar en ese camino. Estamos dispuestos a buscar soluciones en el marco de un diálogo respetuoso y de consensos necesarios para que la seguridad supere a los gobiernos de turno y se extienda con un plan estratégico a mediano y largo plazo.