La UCR inicia una semana de definiciones de cara a la elección de autoridades convocada para el 17 de diciembre con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, como favorito y el senador Martín Lousteau como posible desafiante, en un clima de total tensión.
Los delegados partidarios fueron convocados para ese viernes con el fin de elegir al nuevo presidente del partido en reemplazo del flamante senador mendocino y ex gobernador Alfredo Cornejo, quien encabeza el Comité Nacional de la UCR desde 2017.
Morales es hasta el momento el único candidato anotado formalmente y distintas fuentes del radicalismo coinciden en señalar que tiene los votos asegurados para llegar a la presidencia del partido.
Según indicaron en los últimos días, el jujeño tendría más de 60 votos entre los 94 delegados habilitados para la elección y, en caso de confirmarse ese número, tendría el camino allanado para conducir a la UCR por los próximos cuatro años.
Desde hace varios meses Lousteau aparece como el principal rival para el gobernador de Jujuy, pero en los últimos días empezaron a surgir dudas respecto de su posible candidatura, debido a la superioridad numérica que tendría Morales.
Morales y Lousteau fueron las figuras detrás de la cruenta pelea que se desató en la UCR luego de la victoria electoral de Juntos por el Cambio y que terminó con la división del bloque de diputados nacionales.
El diputado porteño Emiliano Yacobitti, aliado de Lousteau, intentó desplazar de la conducción del bloque al cordobés Mario Negri con el argumento de que perdió las PASO en su provincia, pero el jefe de la bancada radical contaba con el apoyo de Morales.
El gobernador de Jujuy tiene una marcada influencia en los bloques de diputados y de senadores nacionales y la disputa que se abrió en la Cámara baja se resolvió finalmente a favor de Negri, que tuvo el respaldo mayoritario de sus colegas.
Ante esa realidad, Yacobitti y el cordobés Rodrigo de Loredo decidieron abrirse del bloque de la UCR junto a otros 10 diputados y armaron «Evolución», una bancada propia dentro de Juntos por el Cambio con el nombre del sector que lidera Lousteau.
Para que no quedaran dudas, el senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires se mostró junto a los 12 díscolos del bloque radical de diputados en la foto con la cual presentaron oficialmente al nuevo espacio.
La ruptura del bloque generó tal tensión que, en la primera reunión de la cúpula partidaria donde Lousteau y Morales se vieron cara a cara tuvieron que separarlos para que terminaran a los golpes, en medio de gritos y desplantes.
Seguidamente, el jujeño salió con todo y en público contra el senador, a quien calificó en declaraciones televisivas como «un empleado de Horacio Rodríguez Larreta», el jefe de Gobierno porteño con el que Morales mantiene también una pelea por el liderazgo de Juntos por el Cambio.
El gobernador de Jujuy llegó a afirmar que la ruptura del bloque de diputados impulsada por el sector de Lousteau fue una estrategia política del referente del PRO, a quien diferenció de la presidenta del partido amarillo, Patricia Bullrich, al afirmar que «ella sí respeta al radicalismo».
Morales también acusó a Yacobitti de haber llevado «barrabravas para pegarles a los chicos» en las elecciones de la Juventud Radical, donde también se impuso el sector que integran Morales, Negri, el gobernador correntino, Gustavo Valdés, y el presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, entre otros.
Con esa elección más la continuidad de Negri en el bloque radical de la Cámara baja, el ala de Morales dio dos muestras de tener mayoría dentro del partido, a la que sumó una más sobre el final de la semana pasada, en el Senado.
Como castigo por la rebelión, el bloque de senadores radicales donde Morales tiene también influencia desplazó a Lousteau de la vicepresidencia del Senado para otorgársela a Carolina Losada, ganadora de las elecciones de Santa Fe y ahijada política de Mario Barletta, otro dirigente de buena relación con el jujeño.
Por otro lado, la confirmación de que Cornejo conducirá el interbloque de senadores de Juntos por el Cambio también dejó entrever un acercamiento entre el actual presidente de la UCR y el gobernador de Jujuy, cuya palabra era determinante para la definición de autoridades de la oposición en el Senado.
Esa definición fue significativa porque en el pasado más reciente Cornejo había mantenido una relación estrecha con Lousteau y Yacobitti, con quienes comparte la confianza del histórico operador Enrique «Coti» Nosiglia.
No obstante, Cornejo le retiró primero el apoyo de los diputados nacionales por Mendoza al bloque de radicales disidentes y luego estuvo de acuerdo con el nuevo armado para el Senado que desplazó a Lousteau de la vicepresidencia de la Cámara alta.
En ese clima se definirá al próximo presidente de la UCR, quien en los dos años próximos tendrá el desafío de consolidar al partido dentro de Juntos por el Cambio para tener al menos un pre candidato a presidente, una meta que comparte la gran mayoría del radicalismo.