Vicente Leónides Saadi, viejo zorro político amigo de Montoneros y Raúl Alfonsín, sonríe dulce. Llegó su venganza, tal vez de la manera no esperada. Pero es un plato frio que saboreará.
El presidente del Partido Justicialista recibió una carta anónima, en ella se afirmaba que las manos de Perón habían sido robadas de su tumba, exigen que paguen 8 millones de dólares en rescate por su restitución. Dirá que no. El dirigente catamarqueño recordará que Perón le había intervenido la provincia por corrupto en 1949. Asumió en junio y, en noviembre fue desplazado.
Aun así, también se preguntará ¿quiénes fueron?
Fue una maniobra bien organizada, con tiempo y mucha gente involucrada. Por lo tanto, fue una operación interna, un “trabajo de cabotaje”, dicen. Pero, ¿quiénes?
Al gobierno de Alfonsín no le están saliendo bien las cosas, desde que aceptó a libro cerrado la DD.EE. se puso una soga al cuello, y está apretando. La economía se les está escapando, y van temiendo lo peor. El gobierno nunca entendió qué es gobernar, solo se dedica a pelearse con el peronismo y el sindicalismo. Grave error. Se acercan las elecciones legislativas de septiembre 1987, necesitan ganarla para tener alguna opción en las presidenciales de 1989. Pierden, y la agenda alfonsinista se cae a pedazos. La UCR quedará herida de muerte, y dos años caminando por el infierno.
El Grupo de contacto o de apoyo de Alfonsín será conocido tristemente como «La Coordinadora», dirigido por su siniestro Ministro del Interior. Un nigromante sin moral y ética, sin escrúpulos y emociones. Un hombre que muchos temen, aún hoy. El “monje negro” nombra como Directora del cementerio de La Chacarita a Lucía Alberti (feminista e integrante de la Asamblea Permanente por los DD.HH, militante juvenil de la Juventud Radical Revolucionaria), quien reemplazará a gran parte del personal del camposanto con gente de su confianza, la mayoría de la fracción de la barra brava de Boca Jr.
¿Por qué el interés del Ministro del Interior en tener este cementerio bajo su control? La Alberti será elegida por el “monje negro” para ser Diputada entre 1985-89.
El cementerio está tranquilo. Las internas entre los que participan los ‘lechuzones’ de las cocherías, los marmoleros, los que te venden las placas, los influyentes y otras especies que lucran con el dolor ajeno están lejos. El “grupo de tareas” pueden actuar con mucha paciencia y tranquilidad. El tiempo no es problema. El 29 de junio será un día distinto para el pueblo peronista, un sabor amargo recorrerá nuestras gargantas.
Los operadores mediáticos comienzan con la segunda etapa. La desinformación y la difamación. Crear relatos y confundir. La masonería cobró venganza porque Perón no había cumplido con sus promesas; fue una logia satánica o de ladrones que se desquitan. Un anillo mágico y huellas que abren bóvedas que aún no fueron inventadas. Ergo, el expresidente fue un corrupto, mentiroso y delincuente.
El alfonsinismo creyó, desde la lógica de aquellos tiempos (no desde la del presente) que el electorado despertaría y despreciaría al Gral. Perón, votando por Alfonsín. No fue así.
Con el fracaso del «operativo» decidirán no dejar cabos sueltos. Mucha gente murió, y nadie quiere hablar de este tema.
«Las Manos de Perón», es una frase prohibida.