El jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, impulsa un proyecto a través del cual busca «rezonificar» un predio que se encuentra en una zona exclusiva del barrio de Palermo sobre la Avenida Figueroa Alcorta, entre Cavia y Casares.
Se especulaba que durante la última sesión ordinaria del año de la Legislatura porteña iba a tratarse este tema pero finalmente se decidió postergar el mismo y dedicar la jornada solo al Presupuesto 2020.
Según consta en el proyecto, el Ejecutivo porteño quiere vender esas tierras -que hace 81 años son administradas por la Policía Federal – y habilitar la construcción de torres de 150 metros de altura.
El texto del proyecto divide el área en 6 sectores y los define como «una zona de buena accesibilidad, que forma parte del eje norte de estructuración de la Ciudad, y que admite el desarrollo de equipamiento de escala urbana-metropolitana«.
El espacio de ocho hectáreas es parte de en un corredor que atraviesa el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, la Plaza República del Perú y el Parque 3 de Febrero.
Actualmente, en ese lugar se encuentra una de las propiedades más significativas de la Policía Federal. El Cuerpo Policía Montada tiene en sus edificios la oficina de Interpol, la división antiterrorista, divisiones investigativas, la división Perros con ingreso por la calle Chonino –el nombre del ovejero alemán con estatus de héroe de la fuerza, en cuyo honor se celebra el Día Nacional del Perro–.
Los actos y las ceremonias protocolares se celebran allí. Limita con el shopping Paseo Alcorta y con el Club de Amigos, se enfrenta al Jardín Japonés y les da la espalda a las vías del tren Mitre. Su ubicación es estratégica, codiciada y valorada por los emprendedores inmobiliarios.
Dentro del polígono se encuentran inmuebles con protección patrimonial designados bajo los nombres pabellón Picadero, pabellón de servicios médicos, pabellón de oficiales, guardia de prevención, pabellón de cocina y anexos y el edificio «La Boyera», en la intersección de Av. Casares y Chonino, una torre de ladrillo construida en 1880 con establos y dependencias donde se guardaban los bueyes utilizados para los trabajos de mantenimiento de los parques linderos.
Las estructuras tienen valor arquitectónico e histórico calificadas bajo «Preservación Patrimonial», por lo que admiten obras y acciones con grado de intervención bajo, aunque flexible. En los edificios se permitirá el uso comercial, educativo, de culto y recreación, alojamiento, sanidad, servicios y residencial.
De acuerdo a la norma, los polígonos 4, 5 y 6 se convertirán en «espacios verdes y parquizados, destinados a uso y utilidad pública«. Y los polígonos 1 y 2 estarán disponibles a la tentación del mercado inmobiliario que, por ejemplo, invirtió 151 millones de dólares en la subasta de una parte del terreno del ahora ex Tiro Federal.
No es la primera vez que desde el gobierno de la Ciudad avanzan sobre espacios verdes de este tipo. En noviembre del año pasado, se vendieron las tierras del ex Tiro Federal, ubicado en el barrio porteño de Nuñez, en lo que fue la transacción más importante de la historia. Los terrenos se subastaron por 151 millones de dólares.
Incluso, allá por 2016, trascendió la posibilidad de desarrollar un proyecto inmobiliario dentro del Campo de Polo, en Palermo. Aunque esa iniciativa de construir torres fue descartada, allí se siguen realizando actividades complementarias y colaterales a la práctica deportiva y a las exposiciones de caballos, como recitales y shows en vivo, entre otras cosas. Además, recientemente se renovó por 10 años más la concesión que incluirá mejoras edilicias y la construcción allí de un espacio gastronómico, comercial y de servicios.
Fuente Iprofesional