Vecinos del Playón de Chacarita elevarán a la Legislatura porteña su propio proyecto de ley para urbanizar el playón de Chacarita porque una parte de habitantes no aceptaron el del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).
Obras de extensión de la avenida Triunvirato en Chacarita, sumará siete cuadras a la misma sobre terrenos ferroviarios, desde Elcano hasta Lacroze. La idea es integrar a Villa Fraga, que está detrás de la estación. El Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) presentó un proyecto a vecinos pero no lo aceptaron.
“El bloque del PRO presentó en la Legislatura un proyecto de ley para urbanizar nuestro barrio que no tiene la aprobación de vecinos ya que no incluyó muchos puntos que la asamblea exigió al IVC. Queremos urbanizar nuestro barrio, pero respetando la voz de vecinos garantizando que todas las familias tengan derecho a vivienda digna. Este proyecto del PRO tiene aún muchos puntos que nos afectan y queremos que en la Legislatura se debatan”, explicaron desde la Mesa Abierta por la Urbanización del Playón de Chacarita.
“Informamos a todos los legisladores porteños que esta ley no tiene aprobación vecinal y pedimos que acompañen al barrio para que sean incluidos todos los puntos que consensuamos en nuestras asambleas. Allí estaremos en la Legislatura, peleando por la urbanización y un proyecto que respete propuestas de vecinos”, continuaron.
Hace alrededor de diez días el IVC envío al barrio la primera parte del proyecto de ley, compuesto por 16 artículos referidos al objeto y principios rectores de la misma, conformación y funciones de la Mesa de Gestión Participativa, y aspectos muy generales sobre adjudicación, posesión y escrituración de viviendas; relocalización, acceso al crédito y adecuación de infraestructuras. Desde el Gobierno porteño dicen que la intensión es que esta parte fuera debatida por vecinos, pero no dieron tiempo suficiente para que familias leyeran en profundidad la propuesta.
A pesar del apuro y formas amenazantes que sufrieron vecinos por el IVC, el barrio estuvo dispuesto a debatir y así se realizaron reuniones por sector y asamblea general donde se presentó cada artículo y vecinos dieron su visión sobre cada uno de ellos. Se lograron algunos cambios importantes, pero algunos temas centrales como revisión del censo, que vecinos denuncian fue mal hecho, potestad de elegir entes para valuación de viviendas, porcentaje de mano de obra vecinal que se requirió, y otros puntos más, fueron ignorados por el Gobierno en su propuesta final.
La segunda sección de artículos del proyecto de ley que incluía la propuesta de zonificación y definición del polígono, ejes centrales de cualquier proyecto de reurbanización, fue presentada con menos tiempo de anticipación, pretendiendo que vecinos aprobaran dicho articulado sin dar el tiempo correspondiente para un análisis a profundidad. La consigna del Gobierno fue: «o se aprueba este proyecto o no se urbaniza el Playón de Chacarita».
Vecinos realizaron otra asamblea con amplísima participación y después de un debate de más de cuatro horas, se definió una propuesta consensuada de proyecto de ley con 18 artículos enviada al IVC. Luego, el IVC volvió al barrio con el proyecto completo, sin incluir cambios definidos por el barrio e incumpliendo todos los acuerdos alcanzados sobre la normativa urbana.
Nuevamente presionaron a vecinos, informaron que no harían concesiones y que el proyecto era ese y tendrían que definir si querían o no avanzar con la propuesta presentada; argumentando que sin proyecto no se puede avanzar con obras en el barrio, ni ejecutar el presupuesto para el barrio. Frente a todo este contexto, decidieron: quieren reurbanizar, pero no aprueban un proyecto impuesto por el IVC que no garantiza plenamente la seguridad habitacional, radicación definitiva, y respeto por la voz y participación de más de 3000 personas que habitan el barrio Playón de Chacarita.
El barrio luchará por la reurbanización y vecinos elevarán a la Legislatura porteña su propio proyecto de ley. Además defenderán el presupuesto del barrio, con la asignación correspondiente que garantice verdadera vocación de proporcionar a familias condiciones dignas de vivienda y hábitat; y especialmente, respecto por el principio de radicación definitiva.