«Tengo la responsabilidad política de tomar las riendas y seguir conduciendo el país” fue una de las frases destacadas de Alberto Fernández en la Cadena Nacional donde anunció las nuevas medidas para paliar el aumento de casos de Covid en el país.
Pero acaso detrás de esa frase hubo un mensaje que traspasó los límites estrictos de la situación sanitaria. En aquella metáfora de “tomar las riendas” aparece camuflada una nueva estrategia que se erigió en el seno de la rosada de cara al año electoral que ya estamos transitando.
El Presidente ha decidido poner “toda la carne al asador” para dejar en claro quien es el que manda. Se acabó el tiempo de que se hable y retruque desde un sólo lado de la grieta. Erradicar la duda de la gente, evitar que se escuche un solo repicar de la campana, es parte de la nueva estrategia oficialista. Esto ya se transmitió a los Ministros más “fuertes”, detallando que el mandatario los necesita para librar la batalla.
De esta manera se consensuó, puertas adentros, que la “nueva ola” del gobierno de Fernández implicará una contraofensiva masiva a los diferentes “ataques mediáticos” de la oposición.
“Responder y argumentar” es la premisa. Si bien (por ahora) la medida no contempla el uso de la Cadena, al mejor estilo Cristina Fernández, tampoco van a dejar que las “Fake news” opaquen el trabajo realizado.
Fernández sabe que el silencio oficialista fue importante durante el pasado año. Se trabajó mucho, pero se comunicó poco o nada. Abusaron de las redes sociales para plantear debates y respuestas que ameritaban apariciones en público.
El tema del vacunatorio VIP (más allá de la salida de Ginés García), la realidad de la producción de vacunas a nivel mundial, los costos de enviar a una aerolíneas de bandera a buscar las dosis, lo acontecido con el Laboratorio Pfizer, son algunos de los ápices que no tuvieron la explicación clara, precisa y contundente por parte del oficialismo. Falló en ese aspecto durante el primer año de mandato Alberto Fernández y él lo sabe.
En un 2021 donde la oposición saldrá a captar una parte del electorado que se encuentra distante del Gobierno, desde Olivos entienden necesario no perder terreno en la “agenda de los medios”.
Por ello, a partir de esta semana, se comenzó a visibilizar el despliegue de los Ministros, con más peso en el Gabinete, en televisión, en la radio y en la prensa escrita.
Un detalle no menor: los Funcionarios apuntarán a medios con una línea editorial de tintes opositora. Salir a jugar de «visitante» es la clave.
¿Quiénes son los seleccionados para “aguantar los trapos”? En primer lugar el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Será secundado por el titular de la cartera Desarrollo Social, Daniel Arroyo, acaso uno de los que tiene mejor imagen positiva de todo el equipo.
Desde hace semanas atrás viene respondiendo a cuestiones precisas la Ministra de Salud, Carla Vizzotti, en diferentes entrevistas. El responsable del Ministerio de Seguridad, Agustín Rossi; Mario Meoni, titular de Transporte, Matías Lammens (de Turismo y Deportes) e incluso la Secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, completan la lista de los funcionarios que estarán a cargo de la comunicación de gestión.
Si bien es cierto que la Pandemia es el objetivo principal que desvela al Presidente, y más allá de la frase esgrimida hoy, donde resaltó que no le importa el resultado de las elecciones de este año, sino que “no se contagie y muera más argentinos”, no quiere permitirse perder terreno (léase votantes) por falta de comunicación.
Este 2021 es el año de las “segundas olas”, la que involucra a la parte sanitaria y, por otro lado, la que implica el transitar del Gobierno. Atacar ambos flancos es la premisa. Los márgenes de error, en ambas, son escasos. La “muñeca” de Alberto Fernández para tomar decisiones rápidas y eficaces es primordial. Ya dio un primer paso: las medidas para frenar la oleada de contagios y la salida “a la cancha” de sus Ministros.
Para NCN por Juan José Postararo