Los «momentos de clímax» en el discurso de Alberto Fernández
El discurso realizado por el presidente Alberto Fernández, en la apertura de las Sesiones Ordinarias en el Congreso, tuvo un sesgo de “cristinismo” y matices que se fueron sucediendo a lo largo de casi dos horas de intervención. Sin “tribuna” en los palcos como es habitual cada 1 de marzo, la pandemia obligó a un escenario más austero en lo que respecta a la parcialidad oficialista. No obstante las palabras de Fernández tuvieron “picos” de euforia que desató el aplauso masivo de los legisladores peronistas.
El primer vitoreo llegó a instancias del propio presidente quien, luego de agradecer a la sociedad argentina, los trabajadores de la salud, de la educación; a todos los que cooperaron para combatir y amortiguar los daños de la pandemia, se puso de pie y aplaudió con ganas. Fue acaso el único aplauso que recibió de forma unánime por los presentes en el recinto, incluso por quienes lo seguían de forma remota a través de las pantallas.
El segundo aplauso con ovación llegó tras anunciar que pedirá a las autoridades competentes que querellen por incumplimiento de deberes de funcionario público y malversación de caudales públicos a los ex funcionarios macristas que contrajeron la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Burlando la ley, sin autorización del Congreso, causando el “incendio”, “el derrumbe” que legó el ex presidente Mauricio Macri. Los legisladores de Juntos por el Cambio se enfadaron, tuiteaban con furor. Leyeron la novedad (acaso la mayor sorpresa de la sesión) como una vendetta, aunque en rigor sea parte de la estrategia de negociación con el Fondo.
La tercera ovación, en varias etapas, surgió cuando los párrafos hacían alusión al Poder Judicial de modo genérico y a la Corte Suprema de Justicia en especial. Al unísono de las palabras, la transmisión oficial, ponchaba la imagen de los Jueces sentados en grandes sillones, impolutos, inamovibles, rígidos ante cada frase emanada por Fernández.
El Presidente saludó con el puño a parlamentarios de distintas banderías, hizo la «V» a la gente que se veía en la calle. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lució de buen talante, le hizo algunos comentarios en voz baja. No parecían enfrentados, ambos saben que la unidad del FdT fue clave para ganar y lo será para sostener la gobernabilidad.
Finalmente, los aplausos volvieron a retumbar en el recinto cuando el Presidente detalló los logros durante el Gobierno de CFK, elogiando la asignación universal por hijo, el proceso de entrega de computadoras a los estudiantes y la política aplicada en materia de igualdad de género.
Bonus Track: «Usted tuvo 4 años para hablar»
El presidente Alberto Fernández mantuvo un cruce con el diputado Mario Negri (UCR-Córdoba), titular del interbloque de Juntos por el Cambio, luego de que el legislador de la oposición interrumpiera el discurso del mandatario en ocasión de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso.
«Usted tuvo 4 años para hablar», le respondió Fernández a Negri, aunque en el momento buena parte de la concurrencia pensó que el destinatario del reproche era Fernando Iglesias (PRO-CABA), protagonista habitual de contrapuntos, muchas veces destemplados, con legisladores del oficialismo o funcionarios que visitan el Congreso.
Iglesias, sin embargo, sí la había emprendido al inicio de la Asamblea Legislativa contra la vicepresidenta y titular del Senado Cristina Fernández, a quien le gritó «acate la ley, póngase el barbijo».
Iglesias ocupa habitualmente una de las últimas bancas del hemiciclo de la Cámara de Diputados y hacia él apuntaron todas las miradas este mediodía, cuando el Presidente frenó la lectura de su discurso, fastidiado, para replicar: «Tuvo cuatro años para hablar, ¿por qué no me deja hablar a mí?».
Sin embargo, en horas de la noche y en un diálogo con el diario Página/12, el propio Fernández contó que el destinatario de su reproche, en tono cortante, había sido Negri y no Iglesias.
«Se la pasó gritando ‘mentira’ cada vez que decía algo. Hasta que le dije lo de los cuatro años», señaló el mandatario sobre el legislador cordobés.
«A Iglesias sólo lo miraba y le sonreía», dijo también el Presidente, en este caso sobre el diputado macrista de la CABA.
La réplica del mandatario a Negri motivó un cerrado aplauso de la bancada oficialista y de los ministros y funcionarios que presenciaron la Asamblea Legislativa desde los balcones del primer piso: en una de las galerías se podía ver a la secretaria legal y técnica Vilma Ibarra; a la titular del Anses, Fernanda Raverta, y al secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla.