Luego de la disertación del presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Senadores, Ricardo Guerra, el Senador por CABA de la UCR, Martín Losteau, se refirió a la estructura tributaria para expresar cuáles son los puntos de desacuerdo en el análisis de los detalles, anticipando que desde su bloque, insistirán en la media sanción que dieron en ocasión de debatir el tema en el Senado haciendo un dictamen de minoría en consecuencia.
Atento y tomando nota sobre las palabras de los participantes en la reunión para examinar los cambios en Bienes Personales y Ganancias tratada y votada ayer en el recinto de la Cámara Baja, el legislador porteño afirmó: «no podemos tener un desorden permanente de la estructura tributaria; no puede ir cambiando al través del tiempo solamente por el hecho de que la economía está desordenada y genera inflación».
Con ejemplos sobre cómo un contribuyente pierde capacidad monetaria aún cuando sus ganancias aumenten por efecto de la inflación que se carga en el marco tributario. «Cada vez que la economía argentina tiene inflación la alteración de la estructura tributaria de la cual queremos dotar con determinados principios para que la economía funcione mejor, se ve alterada permanentemente» explicó agregando que «eso es lo que con la media sanción en Senado se buscaba paliar; un mínimo no imponible de bienes personales que había quedado atrasado en tres veces respecto al valor del poder adquisitivo en el año 2018. Por eso se pasa de 2 a 6 millones el mínimo no imponible».
Otra de las cuestiones que destacó con respecto a los artículos analizados es la actualización automática de acuerdo al IPC «porque si no estaríamos todo el tiempo alterando nuestra estructura en virtud de lo que le pasa a la economía y no en virtud de lo que queremos como legisladores». Al respecto enfatizó que lo tratado en Diputados «tiene los mismos defectos que acabo de marcar». A tal fin se refirió a alguno de los artículos: «En nuestro proyecto hacemos una actualización automática del mínimo no imponible de bienes personales; debería ocurrir exactamente lo mismo con el impuesto a las ganancias. Deberíamos tener un mecanismo automático no discrecional de ningún estado que puede reconocer la inflación acumulada o no, dar de más o dar de menos, usarlo políticamente alterando la estructura tributaria.»
Al hablar sobre el deseo de progresividad en la escala del impuesto a las ganancias señaló: «deberíamos establecer cuál es ese poder de nivel adquisitivo y acutalizarlo automaticamente». Y volvió a plantear que «no debería ser una facultad de nadie, no debería ser un instrumento político en vísperas de elecciones acomodar algo que el propio sistema debería acomodar».
Con respecto a las alicuotas «tenemos que dar una estructura tributaria previscible en el tiempo y confiable. No tiene que estar sujeta permanentemente a revisiones del poder ejecutivo».
Con respecto a las fugas de capital remarcó que no solo los individuos lo hacen sino que ha habido provincias que lo hicieron para asegurarse activos porque «precisamente porque ven que el proceso de incertidumbre económica y la enorme cantidad de crisis que ha tenido la Argentina genera consecuencias muy gravosas».
Para finalizar aseguró que si realmente se quisera terminar con esos comportamientos «tendríamos una mejor conversación sobre la enconomía. El verbo conversar quiere decir ‘girar con el otro’. Es entender desde la Nación y desde las provincias; es entender desde todos los sectores productivos de la Argentina, es entender de todas las vulnerabilidades de la Argentina para dotar a nuestra macroeconomía de una sensatez que camine y un cauce que nos de una certidumbre de que todos estos comportamientos (no importa de quien sea, cesen y sirvan a crear mayor riqueza, mayor valor agregado, mayor trabajo en blanco y por ende una sociedad más moderna con más capacidad de producción, más prospera y también más igualitaria».
Sobre delegar facultades aseguró: «para modificar por parte del poder ejecutivo la estructura tributaria, la certidumbre que queremos dar con respecto a ese marco a nuestra propia economía generamos un efecto no querido que vuelve a traer consecuencias no deseadas».