La campaña electoral está cada vez más intensa, y desde los espacios políticos que tienen más protagonismo en la carrera por ganar el 27 de octubre -macrismo y kirchnerismo- hacen hasta lo imposible por aplicar sus estrategias políticas para beneficiarse o desprestigiar a sus ‘rivales’.
La oposición en ese contexto, sabe que la administración macrista está duramente golpeada por el resultado adverso que sacó en las PASO, y conociendo que la economía resultó ser ‘el talón de aquiles’ de Mauricio Macri, instalaron en agenda el reclamo de una ley de emergencia alimentaria. El oficialismo por supuesto, se oponía, pero con todo el revuelo que logró el bloque de diputados opositores y los movimientos sociales, y para evitar que escale la tensión social, el mismo Presidente de la nación ha dado el ok a sus diputados para que debatan sobre la misma. Eso sí, la condición es que la oposición justifique cómo se financiará un proyecto que no tiene partidas asignadas en el presupuesto 2019.
Mientras corren los días y cada vez falta menos para que los argentinos elijan quién será el encargado de gobernar el país los próximos 4 años, la campaña electoral «se picantea» de a poco.
En una carrera por la silla de la Rosada y en lo que será una elección polarizada entre el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, y el presidente de la nación y candidato de Juntos por el Cambio Mauricio Macri, los espacios políticos hacen uso de sus estrategias para sacar ventaja o desprestigiar a sus rivales, y es allí donde entra la «Emergencia Alimentaria», proyecto de Ley que está en boca de todos los referentes de la oposición y movimientos sociales en las últimas horas.
La oposición sabía que, pidiéndole al Gobierno una emergencia nacional, profundizaría su crisis política y hasta emocional, que registran desde el resultado adverso de las PASO y que pese a los esfuerzos, están conscientes de que será muy difícil de revertir. Y además, «agitarían» el ya malestar social que se respira desde el 12 de agosto en la calle desencadenado por la disparada del dólar que conllevó a la devaluación del 30% del peso. La oposición sabe que la gente «no quiere saber más nada» y aprovechó para dar un «golpe bajo» al macrismo que no sabe qué hacer para revertir el terrible escenario económico actual.
Fue así como la oposición, con apoyo de ‘duros’ movimientos sociales, pudieron finalmente ingresar un proyecto al Congreso de la Nación exigiéndole al Gobierno que decrete la Emergencia Alimentaria. Lo que proponen desde el bloque opositor es un incremento de emergencia como mínimo del 50% de las partidas presupuestarias vigentes este año para programas de alimentación y nutrición.
El proyecto establece la «prórroga hasta el 31 de diciembre del año 2022 de la Emergencia Alimentaria Nacional dispuesta por el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional 108/2002». También se «faculta al Jefe de Gabinete, a partir del 1 de enero del año 2020 y hasta que dure la emergencia, a actualizar trimestralmente las partidas presupuestarias correspondientes a políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición».
En un principio, desde el Gobierno estaban renuentes con la idea de la emergencia alimentaria, pero en vista de todo el revuelo que generó la oposición y para evitar que escale la tensión social, el Gobierno aceptó que se trate la ley: fue el mismo presidente Macri que dio ‘vía libre’ para que sus diputados puedan tratar el proyecto de Emergencia Alimentaria este jueves 12/09 en la Cámara baja.
Eso sí, desde la administración macrista esperan que la «estrategia política» de la oposición se desarme tan rápido como se cocinó, y es que la condición que puso el Presidente a sus diputados para que se lleve adelante el debate, es que la oposición justifique cómo se financiará un proyecto que no tiene partidas asignadas en el presupuesto 2019, tema que por supuesto, no podrán argumentar. Con lo cuál, lo que se busca es «dejar al descubierto» al Frente de Todos, que en realidad, solicita leyes que la Argentina no puede pagar, ya que su aplicación repercutiría aún más en lo que ya es un verdadero desastre económico. «De dónde se va a sacar esa plata», cuestionaron desde el oficialismo.
La fuerte presión de los movimientos sociales, que reactivará su acampe en la 9 de Julio a partir de este miércoles 11/09, empujó también la decisión del Gobierno de habilitar a sus legisladores para debatir el proyecto.
En ese contexto, el Gobierno se defiende sobre el reclamo de los opositores, y aseguran que el presupuesto original para planes alimentarios era de 12.000 millones de pesos y luego se aumentó después de la derrota de las PASO en $ 6.000 millones más. Pero para sumar el 50% a todo ello -como piden desde la oposición-, en el Gobierno consideran que hace falta unos $9.000 millones más y por supuesto, no los tienen.
La ley de Emergencia Alimentaria se convirtió en el reclamo más prioritario al Gobierno ante la crisis desatada por la corrida cambiaria post-PASO. La última vez que se aplicó en el país fue a raíz de la crisis del 2001 y duró hasta el día 31 de diciembre de 2002.