“Macri-Duhalde… Distancia cero”, por Claudio Hugo Naranjo*
En la última semana, el mundo y la Argentina se conmovieron; frases que marcan un antes y un después: Donald Trump, Lionel Messi, Juan Manuel Urtubey y Eduardo Duhalde sacudieron la modorra nacional e internacional.
El presidente electo, amante de los mítines masivos y combativos, da un primer mensaje moderado y optimista ante un grupo exclusivo de seguidores tras proclamarse ganador frente a Hillary Clinton en la victoria electoral más inesperada de la historia estadounidense.
Un Trump que sonaba agotado pero sereno, leyó del teleprompter un discurso optimista que contrastó con la oscuridad y hostilidad de su campaña. En su alocución de poco más de cinco minutos prometió gobernar para todos y traer trabajos para los estadounidenses. También incluyó referencias al nacionalismo que le ha elevado al éxito. “América no se conformará con nada que no sea lo mejor”.
Brasil que volvía a jugar en el Estadio Mineirão, donde obtuvo la peor derrota de su historia: 7 a 1 en la semifinal contra Alemania en el mundial que realizaron en su país en el 2014, nos pintó la cara con baile incluido y gracias a la piedad de Neymar no nos trajimos 6. Quedo claro que Lionel Messi solito no puede jugar y se despacho con una frase cortita y al pie:
“Tocamos fondo, y lo peor es que no sabemos a qué jugamos. Tenemos que salir de esta mierda, a esta altura tenemos que ganar como sea”, explotó el mejor jugador del mundo ante un centenar de periodistas.
Juan Manuel Urtubey, gobernador de la provincia de Salta y posible presidenciable en las elecciones de 2019, se plantó frente al peronismo… “Somos una expresión de poder casi marginal”. Hablo de la autocritica que aún se debe el peronismo, haciendo especial mención a los dirigentes de su partido que no se enteraron que perdieron las elecciones de 2015. En su clara visión de la argentina actual, no escatimo el apoyo que necesita el presidente Mauricio Macri.
Pero las frases más estruendosas de esta semana (en el plano nacional) fueron vertidas por el expresidente Eduardo Duhalde; el dirigente peronista lomense consideró que el peronismo debe “hacer una mea culpa y pedir perdón, porque como movimiento político hizo las cosas muy malas”, el mensaje fue en principio hacía dentro del partido.
En otro tramo de su exposición dijo que: “Sí el PRO pierde las elecciones del año que viene se viene todo abajo… esperemos que esto no suceda porque nadie querrá venir a poner un peso al país si el Gobierno se está por ir. La situación es muy delicada y todavía no tocamos fondo”, señaló Eduardo Duhalde en sus declaraciones.
En la parte más dura de su exposición no dudo en meter el cuchillo hasta el hueso… “El Gobierno se equivoca y no hace las cosas bien, pero hay que apoyarlo. Sería malo para el país que el peronismo gane esas elecciones, aunque el gobierno hace lo imposible para perderlas, porque son muy primitivos en la forma de gobernar; además son muy lentos, no tienen militancia de trabajo. Y tienen dificultades propias de un gobierno nuevo, que además es un gobierno de municipio que no tiene muchos dirigentes. Yo les digo que se junten, que hagan una coalición y Macri no quiere”.
Recordaba que no hace mucho, Julio Bárbaro expreso… “No te invitan ni a tomar un café”. El aislamiento en el que está incurriendo el gobierno no sólo es peligroso para las elecciones del 2017, que están a la vuelta de la esquina, es mucho más peligroso por lo heterogéneo del peronismo que llega a las elecciones sin líder ni conducción.
El esfuerzo de una parte de la población que hizo posible el cambio de una forma autoritaria de gobernar, debería conllevar a todas las partes a consensuar en armonía políticas de estado y a una coalición electoral que consolide el triunfo del Gobierno en la elección de medio término del año que viene.
Pobreza Cero sólo será posible alcanzarla con Distancia Cero. Todos deberían desprenderse de los personalismos. Macri, Vidal, Carrió, Sanz, Urtubey y Duhalde, piensan todos que es posible un país mejor; una alianza electoral de estas características despejaría definitivamente el fantasma del regreso de los impresentables.
La lentitud de la que habla Duhalde se deja ver clara en la ciudad de Buenos Aires, donde Rodríguez Larreta sigue sin tomar decisiones trascendentales en la conducción de la Policía Metropolitana, que sigue en manos de Guillermo Calviño, un jefe policial denunciado en varias causas judiciales. Martín Lousteau, embajador en EEUU, comienza a acomodarse la servilleta y va tomando los cubiertos; dicen, en los pasillos de La Rosada, que el Presidente descabezara de cuajo en los próximos días la conducción de la Metropolitana.
Aprovecho esta nota para solidarizarme con Nicolás Wiñazky del ataque cobarde del que ha sido víctima.
*Periodista-Escritor
*Autor de: “Colombia… capital de los infiernos”-“Doble Agente”-“Los Apropiadores”-“Muchos dedos en el gatillo”, entre otros títulos.
*1986: Congresal provincial (PJ)
*1991: Candidato Diputado Nacional (PJ)
*1995: Candidato a Intendente Esteban Echeverría (PJ)
@naranjo_claudio