Con el 99.17 de los votos escrutados provisoriamiente, la coalición electoral Cambiemos se impuso en la segunda vuelta. A casi tres puntos de distancia de Daniel Scioli (FPV), Mauricio Macri resultó electo y será el presidente argentino a partir del 10 de diciembre. En función del diagrama del sistema electoral, será el primer jefe de Estado con un Congreso en el que su espacio no sea la primera minoría. Se abre un escenario de inevitable diálogo y consenso legislativo.
En la campaña, Macri remarcó que en sus ocho años de gestión al frente de la Ciudad de Buenos Aires nunca contó con mayoría en la Legislatura porteña, aunque siempre fue primera minoría. Esta vez, empieza un desafío similar aunque el PRO encarnará una tercera fuerza en ambas cámaras y una segunda con el acompañamiento de sus aliados en Cambiemos.
El panorama en el Poder Legislativo demandará al Pro una estrategia de negociación para cada proyecto que quieran promover. En el Senado el FPV, con 42 bancas y cuórum propio, sigue teniendo poder para frenar y cajonear iniciativas. Desde Cambiemos, ya habían anticipado que evitará gobernar por decreto.
En la cámara alta, que será conducida por Gabriela Michetti, el bloque que conduce Miguel Pichetto tiene la llave para los acuerdos que serán necesarios emitir próximamente: las dos vacantes en la Corte Suprema. Hoy el máximo tribunal tiene 4 de sus 5 miembros, pero el 10 de diciembre pasará a tener 3.
Esos no son los únicos temas que podrían ser determinados por la potencia del FPV en el Senado. Macri remarcó que la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, debía renunciar a su cargo por haber demostrado que era «una mala profesional». En caso de que lo hiciera, su reemplazo deberá pasar por las bacas del recinto.
Una situación casi idéntica es la de la cabeza del Banco Central. Macri cuestionó la militancia de Alejandro Vanoli y lo exhortó a que renuncie, si bien reconoció que tenía derecho a seguir al frente del órgano encargado de la política monetaria.
El Frente Para la Victoria tiene formalmente 98 diputados, aunque sumando a los aliados llegaría a los 117. De todas formas, aún es temprano para ver la solidez que manejará el FPV en la cámara baja. Por su parte, el PRO tendrá 41, la UCR 46 y la Coalición Cívica 4.
En este escenario será crucial el diálogo que vaya a encarar el macrismo con los 36 de diputados del peronismo disidente. De todos modos, primero deberá sellar una negociación interna para consolidar al menos un interbloque entre las tres fuerzas que componen Cambiemos, y después afrontar un consenso para la distribuciones de los principales cargos de diputados.