Axel Kicillof arrancará su gobierno con un Senado adverso y deberá negociar con la oposición para poder aprobar leyes. El panorama asoma complejo para aprobar las normas que requieran dos tercios del cuerpo.
La estrepitosa derrota en La Plata (Octava Sección) achicó la cantidad de senadores que ingresarán por el Frente de Todos y como contraparte sumó legisladores a Cambiemos.
Ya los resultados de la elección de agosto anticipaban un Senado complicado. Según esos resultados, Cambiemos quedaría con 25 legisladores y el Frente de Todos con 21. Pero esa diferencia aumentó tras la mala elección que hizo La Cámpora en La Plata. Ahora, Cambiemos sumará 26 senadores y el peronismo se quedará con 20.
A esto hay que sumarle dos variables que entrarán en acción en las próximas horas. Por un lado, desde el Frente de Todos reconocen que no existen demasiadas chances de mantener unido a todas las fuerzas que componen ese armado electoral. Por el otro, Vidal podría sufrir algunas fugas que achicarán su poder de fuego y asomarán bloques minoritarios tentadores para una negociación con el nuevo oficialismo.
Tras la elección de agosto, el peronismo tenía como desafío sumar un senador más en tres secciones electorales (Segunda, Sexta y Octava). Si cumplía ese logro, podría superar a Cambiemos en la Cámara Alta. Sin embargo, no mejorar sus porcentajes en la Segunda y la Sexta, y la derrota en La Plata, llevó a perder una banca que tenían ganada.
La lupa estará puesta en las próximas semanas en la conformación de un bloque opositor ‘blando’ que le sirva a Kicillof para llegar a la mayoría. Se sabe que en ese objetivo trabaja Roberto Costa, hoy jefe de la bancada de Cambiemos.
En Diputados el nuevo gobernador será la primera mayoría con 46 diputados (quizás repartidos en tres bloques: Unidad Ciudadana, peronismo y Frente Renovador) y Vidal tendrá un bloque de unos 44 (aunque se sabe que habrá varias fugas).
La semana próxima, los diputados volverán al recinto tras un apagón legislativo histórico de seis meses sin sesiones. En la Cámara Baja ya trabajan en una transición y en esa sesión podría haber señales de reacomodamientos y una agenda de temas consensuada en función de las nuevas necesidades.
El 7 de noviembre se cumplirán poco más de seis meses sin sesiones. La cámara baja quedó paralizada en abril luego de que su presidente, Manuel Mosca, pidiera licencia por 60 dias en el marco de una denuncia por extorsión en su contra. El 9 de mayo pasado el cuerpo aceptó su pedido, y desde entonces el recinto no se volvió a abrir.
La licencia de Mosca ya se venció, por lo que el legislador está en funciones como presidente de la Cámara Baja. Se presume que en la sesión del próximo 7 de noviembre volverá a votarse una nueva licencia hasta el fin de su mandato.
El apagón legislativo resulta una situación inédita, acordada entre oficialismo y oposición, y que sorprende en medio de una crisis económica y financiera con alto impacto en el Conurbano bonaerense.
Fuente LPO