María Eugenia Vidal: «Los que creen que estamos peor que en la híper o en el 2001 no saben lo que es estar peor»
La diputada nacional de Juntos por el Cambio María Eugenia Vidal criticó a los que aseguran que el país está peor que en la época de la hiperinflación de Raúl Alfonsín y Carlos Menem, y que en la crisis del 2001 del gobierno de Fernando De la Rúa. «No saben lo que es estar peor», afirmó.
Vidal, quien en las PASO manifestó públicamente su apoyo a Horacio Rodríguez Larreta, salió a cuestionar a quienes consideran que la situación actual es más grave que la vivida en los ochenta y principios del milenio.
«Soy parte de una generación que vivió la hiper y que vivió el 2001. Los que creen que estamos peor, no saben lo que es de verdad estar peor», dijo durante una entrevista en Radio La Red, donde rememoró un momento particular de aquella época: «Era parte de una familia de clase media. Recuerdo a mi viejo, médico, cobrando los viernes a la mañana y a mi mamá yendo corriendo al supermercado porque a la tarde el precio iba a ser otro».
Además, señaló que «eso no fue solamente en la época de Alfonsín» sino que también «estuvimos dos años de Menem viviendo así». Durante la hiperinflación, el aumento de precios llegó a tocar el 3000% anual en 1989, para luego pasar a los 2300% en 1991. Anteriormente, en 1984 había alcanzado el 600%.
La exgobernadora recordó que en aquel entonces «los precios cambiaban, no por semana o cada día» sino «todos los días» y hasta «dos o tres veces por día».
Crisis del 2001
Luego, aprovechó para expresar lo vivido durante el gobierno de Fernando De la Rúa, del cual fuera ministra de Trabajo la actual candidata presidencial de su espacio, Patricia Bullrich. En 2001 «de repente pasamos del 35% a 57% de pobreza, porque seis de cada diez argentinos eran pobres», dijo, respecto al estallido de la convertibilidad que derivó en el corralito impuesto por el ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo.
«El salto al vacío no es gratis», remarcó Vidal y agregó que «el rompamos todo porque total no importa, en un país donde arrancas con cinco de cada diez chicos pobres, es un precipicio que no termina más, con un fondo muy duro».
En esa línea consideró que «hay que plantearse esto de ‘que se rompa todo, total no me importa porque estamos mal y no podemos estar peor’. No. Peor podemos estar peor, si no elegimos al equipo correcto que sepa qué hacer».