En los últimos días, varios diarios de alcance nacional sacaron a la luz un tema que en nuestra provincia se conoce pero que al que no se le da la debida relevancia: el hidroarsenicismo, o envenenamiento por consumo de arsénico en el agua. En aquellos medios gráficos se informó que unos 4 millones de argentinos están expuestos a este flagelo por no contar con agua accesible y de calidad. Entre las provincias con un alto contenido de arsénico en aguas subterráneas se registran San Juan, San Luis, Mendoza, Buenos Aires y La Pampa, aunque se han detectado casos de personas comprometidas por la ingesta de arsénico también en Tucumán, Córdoba, Santa Fé, Chaco, Santiago del Estero y Salta.
El arsénico es un metaloide natural presente en la corteza terrestre que se origina en la disolución de minerales, la erosión, la desintegración de rocas y la deposición atmosférica. Es utilizado por algunas industrias para, por ejemplo, la fabricación de vidrio, textiles, municiones o plaguicidas.
Si bien la Organización Mundial de la Salud aconseja que el agua no debiera sobrepasar el límite de 10 microgramos por litro (mcg/l) para ser considerada apta para consumo humano, se han relevado muestras en nuestro país con más de 1.000 mcg/l. El consumo continuado de agua con una presencia mayor a la aconsejada de este elemento puede producir hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE), una enfermedad que puede manifestarse mediante estrías blancas en las uñas y verrugas, daños irreversibles en órganos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes, bronquitis crónica y deficiencias neurológicas.
Al respecto, el Senador por La Pampa Juan Carlos Marino anunció la representación de su proyecto de ley que crea el “Programa Nacional Para la Erradicación del Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE)”. “Este es un proyecto que presentamos por primera vez en el año 2006 y lamentablemente nunca pudo ser tratado. Esta es la sexta vez que insistimos con la iniciativa tras que perdiera estado parlamentario. Estamos convencidos que con la nueva dinámica del Congreso vamos a poder avanzar en su sanción definitiva. El hidroarsenicismo es un problema muy grave que enferma y mata gente aunque no se vea a simple vista. Y lo más alarmante de todo es que es evitable.”
Según la OMS, “la exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También se ha asociado a problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes. Las principales fuentes de exposición son: el agua destinada a consumo humano, los cultivos regados con agua contaminada y los alimentos preparados con agua contaminada.”
El principal punto del proyecto presentado por Marino consiste en la creación del Programa Nacional Para la Erradicación del Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico. Dicho ente tendría por objeto la implementación de políticas sanitarias destinadas a la detección de los acuíferos con valores de arsénicos superiores a los señalados por la OMS; la identificación de las áreas más comprometidas en relación a la población expuesta; la sistematización de todos los estudios y estadísticas; la coordinación de los programas provinciales y locales y su control; y la realización de campañas de difusión y prevención destinadas a concientizar a las poblaciones en riesgo.
Además, el legislador pampeano propone, en ese marco, concertar con las jurisdicciones involucradas, los procedimientos más efectivos para sanear, potabilizar y remover la presencia de arsénico en acuíferos; disponer la atención sanitaria específica de las personas que padecen el síndrome en los centros de salud de las zonas afectadas, promoviendo para ello la capacitación profesional correspondiente; efectuar el debido relevamiento, confeccionando registros estadísticos periódicos para instrumentar las políticas sanitarias más convenientes en cada región; y el asesoramiento y aporte material y humano a los prestadores de los servicios de provisión de agua potable.
“Las organizaciones expertas en materia de salud están alertando sobre el peligro del arsénico hace mucho tiempo, y en la Argentina y particularmente en La Pampa, debemos atender esas alarmas y proceder adecuadamente. En los últimos años, se incluyeron en el Presupuesto Nacional programas de saneamiento de agua potable, sin embargo, estos nunca se ejecutaron más allá del 30% de lo estipulado. Sin desconocer los avances que supusieron en este sentido las obras del acueducto por parte de los gobiernos provinciales, debemos impulsar todas las medidas a nuestro alcance de manera de revertir este auténtico drama. La exposición prolongada al arsénico puede causar cáncer, los estudios así lo afirman. En las zonas de alta concentración de arsénico los casos registrados de esta enfermedad son más de 5 veces más altos que en regiones que cuentan con agua con niveles aceptables. Las enfermedades no son casualidad, debemos investigar qué hay detrás de esos números que señalan a los pobladores de nuestra provincia como algunas de las personas que corren mayor riesgo ante esta problemática. Es hora de actuar, no podemos esperar” finalizó Marino.