En relación a la prohibición de comercialización de agroquímicos establecida por la Subsecretaría de Ambiente de La Pampa, medida tomada a partir del incumplimiento de la Fundación Campo Limpio en la construcción de tres centros de acopio de envases y la adopción de un sistema de trazabilidad de los bidones, el senador pampeano Juan Carlos Marino dio su parecer sobre las responsabilidades y causas de la problemática.
“Acá hay culpas compartidas, no podemos acusar solamente a la Fundación Campo Limpio, que desde ya tendrá
En ese sentido Marino explicó que “cargar las tintas sobre la otra parte, para lavar culpas y hacerse los desentendidos, no soluciona el problema y nos garantiza que este tipo de situaciones se repita. En este caso la normativa deja en claro que existen varias acciones a aplicar por parte de los organismos provinciales para que se cumpla dicha ley. Al tomar una medida impulsiva e inconsulta, como la prohibición de comercialización de agroquímicos, no tuvieron en cuenta las consecuencias que la misma conlleva para los productores y el riesgo sanitario sobre la producción en curso”.
“La disposición incluso queda expuesta porque permite la compra del agroquímicos en provincias vecinas y su
“Aquí hay tres patas que deben cumplir con su cuota de sentido común: el Gobierno Provincial, que debe asumir su rol de contralor y hacer cumplir las leyes; la Fundación Campo Limpio, que contiene a gran parte de los privados del sector y debe adecuarse a la reglamentación vigente; y el último eslabón, los productores, que deben hacer un buen uso de los productos y seguir los procedimientos para desechar los bidones. Nadie puede desligarse del tema pero, como decía la máxima referencia del Partido Justicialista, el General Juan Domingo Perón: “El hombre es bueno, pero si se lo vigila es mejor” graficó Marino.