El senador nacional y precandidato a jefe de gobierno porteño de Juntos por el Cambio, Martín Lousteau, remarcó que “hay una parte de Juntos por el Cambio que se está volviendo sectaria”, en el marco del ciclo “Mano a mano con los candidatos” que organiza el Templo Libertad – Congregación Israelita de la República Argentina.
Martín Lousteau comenzó su alocución hablando sobre Evolución, el espacio político que fundó junto con Emiliano Yacobitti, diputado nacional y armador del radicalismo porteño, luego de la disolución del Frente Unene. Al respecto, dijo que se trataba de una “rama de la UCR” que integraba la coalición opositora. Fue allí cuando criticó a los sectores de Juntos por el Cambio que son “sectarios”.
Lousteau hizo referencia al ala dura del PRO, relacionada a Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que vetan el vínculo político de Horacio Rodríguez Larreta con Lousteau, especialmente, en el marco de la competencia interna por la sucesión política de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, sus expresiones también apuntaron a los sectores de Juntos por el Cambio que rechazan la idea de “ampliar” la alianza con el ingreso de dirigentes como Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba.
Cabe mencionar que el senador habló durante dos horas sobre sus propuestas de campaña de cara a las elecciones 2023, su visión sobre la democracia y la economía argentina, la coyuntura electoral y problemas estructurales que atraviesa el país. Lousteau consideró que en el país hay una tensión entre “reformismo y conservadurismo”: “Las dos cosas son importantes, por eso me parece muy clave el diálogo. Cuando el conservadurismo es un exceso, es difícil atender las demandas de cambio”.
Por otra parte, volvió a cuestionar que “nos perdemos cosas por debatir porque no hay debate. La campaña hoy es que uno dice algo, sale un recorte en Twitter y el otro le contesta en un medio. Y va sólo a un medio afín. El orden sirve para poder ir a otro lugar, no por el orden en sí”.
Además, el líder de Evolución profundizó en aspectos relacionados al desarrollo económico de la Argentina. Indicó que “en la medida que los Estados pierden la competitividad con otros estados, se atrasan. Argentina tiene ese problema. Son 30 años estancados, salvo en dos períodos, durante el ‘91 y el ‘94, que el país se volvió más productivo”.
“La democracia es un sistema de ineficiencia. Es darle poder de veto a las minorías. Porque distribuimos derechos para evitar tragedias más grandes”, analizó. Argentina es “un país atrapado, porque está mal diagnosticado. Tenemos que curar la economía, si no habrán un montón de problemas”, cerró.