El titular del bloque de diputados nacionales del PRO, Nicolás Massot, anunció que presentará un proyecto para que la Cámara de Diputados lo autorice a renunciar a sus fueros de arresto para “sentar un precedente y que se debata el tema con seriedad”.
Respecto a si existe la posibilidad de que Julio De Vido quede fuera de la Cámara de Diputados aunque el juez Luis Rodríguez no pida su desafuero aseguró: “El pleno con los dos tercios puede hasta expulsar a un diputado, de manera que desaforarlo también sería posible. Estrictamente hablando el reglamento dice que tiene que haber un pedido formal de la Justicia o un proyecto, y tres diputados del oficialismo han presentado proyectos en este sentido”.
“Desaforar a un diputado sirve como posición política, pero sirve de muy poco en la medida en que no tengamos jueces dispuestos a avanzar con las causas”, afirmó el diputado, para luego sentenciar que “la verdadera falla en la revisión de todos los casos de corrupción está mucho más en el Poder Judicial que en los otros dos poderes”.
Consultado acerca de la postura del massismo en la misma dirección dijo: “Me parecería mejor si fuera una posición coherente y no oportunista. Massa y sus diputados no acompañaron el proyecto que presenté junto a la diputada Silvia Lospennato para modificar la ley de fueros y permitir los allanamientos sin autorización previa, ni tampoco acompañaron los tres proyectos de diputados de Cambiemos para apartar al diputado Julio De Vido de la Cámara y, además, votaron en contra el artículo 37 de la ley de responsabilidad penal en conjunto con el kirchnerismo para seguir ocultando a la ciudadanía la verdad de los delitos de corrupción. Hay planteos coherentes y otros oportunistas, como el de Massa”.
El origen de los fueros data de la Constitución de 1853, y buscan la inmunidad respecto de las expresiones, posiciones y votaciones que exponen en el recinto los legisladores. “Los fueros fueron pensados para ser una garantía para la libertad de expresión de los legisladores que representan al pueblo, no una garantía para la impunidad de los corruptos”, concluyó Massot.