Emilio Monzó volvió a participar de una reunión de la mesa chica de gobierno, lugar del que había sido desplazado junto a otros dirigentes con enfrentamientos de ideas. La cita en Olivos, significó además, el regreso de Rogelio Frigerio, Ernesto Sanz y la suma de Gerardo Morales al conclave que integran el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Ahora, la amenaza de una retirada a una embajada, quedó en stand-by. «Es mejor tenerlo adentro», aseguran desde Casa Rosada.
¿Podríamos decir como dicen los abogados » SERA JUSTICIA»? Su presencia indudablemente genera un paño de política que «aggiorna» la realidad de las necesidades de Cambiemos. Al menos con esta actitud parece que intentara el ejecutivo- léase Macri- realizar actos para no ingresar en la lista de morosos internacionales, no solo en lo económico sino en lo que carecía hasta el momento : Accionar Político.
Monzó fue el primer paso del gran acuerdo político nacional , no es cuestión que se diga que en casa de herrero cuchillos de palo.