El ex jefe de la CGT Hugo Moyano inauguró un sanatorio del Sindicato de Camioneros en el barrio porteño de Caballito con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y de esa forma selló una tregua con el Gobierno, aunque advirtió: “No todos los sindicalistas son malos; hay buenos, malos y regulares”.
Moyano que en la víspera celebró también su cumpleaños 74, destacó la «responsabilidad» para la conducciones sindicales a la hora de administrar lo aportado por sus afiliados.
Del encuentro participó también Carlos Acuña, jefe de los estacioneros y el único del triunvirato de la CGT que se hizo presente. Tampoco estuvo Pablo Moyano, hijo del camionero y secretario adjunto del gremio. El que sí dijo presente fue el diputado massista Facundo Moyano, uno de los opositores a la reforma laboral. «La reforma laboral no tiene nada que beneficie a los trabajadores, plantea todos puntos de retroceso a los derechos. La CGT lo entendió de esa manera más allá de avalar y negociar al principio. Hoy su postura es de no respaldo y eso le implicó al Gobierno dar marcha atrás. Así que esperemos que no salga», aseguró a la prensa Facundo Moyano.
Moyano hijo también opinó sobre la presencia de Triaca en el acto: «Tiene que ver con la relación institucional con el ministerio de Trabajo. Es uno de los sindicatos más grandes del país y obviamente tiene relación».