Desde el Frente de Todos presentaron un pedido de informe sobre la provisión de garrafas sociales en la provincia. La consulta, dirigida a la Subsecretaría de Desarrollo Social, se inscribe en la inminente llegada de la época invernal y la denuncia de vecinos y vecinas ante dificultades para acceder a la distribución de garrafas.
El pedido consulta si, a la fecha, existen deudas en el pago a las distribuidoras de garrafas, atento la denuncia de los beneficiarios del bono gasífero que no pueden acceder a las mismas. A la vez, pregunta por el procedimiento utilizado para determinar quiénes serán las personas que resultarán beneficiarias de los vales de garrafas de gas, al tiempo que solicita información sobre la cantidad de bonos que entrega la provincia, por período determinado. Finalmente, los diputados y las diputadas buscan conocer si los bonos gasíferos con vencimiento en el mes de marzo serán aceptados al momento de regularizarse la situación, así como preguntan por la cantidad de camiones garraferos que hay en circulación y los recorridos que realizan.
Los fundamentos aseguran que el acceso a los servicios públicos es un derecho de toda la ciudadanía y que, en caso de no poder garantizarlo, el Estado debe impulsar alternativas que compensen la cobertura de dichos servicios. Frente a tal situación, la Subsecretaría de Desarrollo Social cuenta con un plan de distribución de garrafas sociales. Sin embargo, vecinos y vecinas de Neuquén aseguran que, en la actualidad, el garrafero no llega a todos los barrios con las garrafas y que, en la planta de gas, se pueden comprar pero no con los bonos gasíferos.
En efecto, mencionan que la Distribuidora Dabi -dedicada a la venta y distribución de GLP (gas licuado de petróleo) en garrafas- informó que se ve imposibilitada a recibir el bono como medio de pago ya que la provincia le adeuda. A ello se suma que los camiones que distribuyen en los barrios no cuentan con la cantidad necesaria de garrafas, quedando muchos vecinos y vecinas con sus envases vacíos.
Informan, además, el impacto que esto genera en el bolsillo de los vecinos y las vecinas ya que una garrafa en los barrios se consigue a 900 pesos mientras que en la distribuidora se obtiene por 500 pesos.