Norma Durango reclamó por la ley del Aborto Legal y pidió que la mujer tenga «soberanía sobre su cuerpo»
La senadora nacional Norma Durango (Frente de Todos), presidenta de la Banca de la Mujer de la Cámara alta, consideró que las mujeres deben «gozar del derecho pleno a la soberanía» sobre sus cuerpos y advirtió que «la penalización del aborto se encuentra entre los resabios más oscuros del sometimiento».
En un pronunciamiento por el Día de Acción por Derecho al Aborto en América Latina y el Caribe, que se conmemora hoy, Durango dijo que «sabemos que lo que genera condiciones de riesgo para la salud no son sólo los procedimientos clandestinos para realizar un aborto, sino también la ilegalidad y la penalización a quien decide interrumpir un embarazo».
La legisladora recordó que «en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Argentina en 1990, la Asamblea del Movimiento Feminista Latinoamericano, tomando en cuenta que ‘las complicaciones por el aborto inseguro y clandestino constituyen la primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos de los países de la región’, decidió declarar el 28 de septiembre como el Día por la Despenalización del Aborto».
«Desde entonces somos muchas las mujeres y las organizaciones que nos hemos sumado con convicción a la campaña por la despenalización y legalización del aborto en la región y particularmente en Argentina», agregó.
Durango destacó que «cada 28 de septiembre, como el resto del año, las feministas continuamos reclamando el acceso al aborto seguro, lo cual podría prevenir entre el 20 y 25% del medio millón de muertes maternas que anualmente ocurren en los países en vías de desarrollo».
La senadora oficialista aseveró que «las mujeres debemos gozar del derecho pleno a la soberanía sobre nuestros cuerpos. La penalización del aborto se encuentra entre los resabios más oscuros del sometimiento. Sabemos, además, que lo que genera condiciones de riesgo para la salud no son sólo los procedimientos clandestinos para realizar un aborto, sino también la ilegalidad y la penalización a quien decide interrumpir un embarazo».
Recordó que cada año, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, «miles de mujeres son internadas con complicaciones del aborto inseguro» y «la mayoría de ellas concurren de manera tardía a los establecimientos de salud por el temor que genera la penalización y el estigma social que rodea la práctica».
Durango aseguró que «la penalización del aborto tiene un impacto diferenciado en las mujeres y en las personas con capacidad de gestar pobres y jóvenes, en tanto que las mujeres de las clases medias y altas se practican abortos -aún en la clandestinidad- pero con garantías sanitarias».
Al respecto, advirtió que las mujeres de los sectores populares en caso de sufrir «complicaciones post abortos, hasta pagan con sus vidas la decisión de interrumpir un embarazo en condiciones sanitarias muchas veces de extrema precariedad».
Recordó además palabras de Dora Barrancos, socióloga e historiadora feminista, quien dijo que «es imperioso que las mujeres sean auxiliadas en la decisión libre de procrear o de no hacerlo, y es una obligación del Estado de derecho garantizar la individuación y la autonomía».
Durango enfatizó que «desde mi lugar, con mi trabajo militante y legislativo, por los derechos de las mujeres y por políticas públicas de salud que acompañen las decisiones de las y los ciudadanos, seguiré trabajando para que pronto en nuestro país la interrupción voluntaria del embarazo sea ley».