NOTA DE OPINIÓN – Carta abierta a la oposición; por Manuel Adorni*
Desde hace algo más de setenta años Argentina se esmera por destruir su riqueza, su crecimiento y su futuro. Mientras que países como Alemania o Japón salían de la segunda guerra mundial y siete décadas después fueron potencia, en cambio los Argentinos en ese mismo período de tiempo pasamos de pertenecer al selecto mundo de los paises más ricos del planeta a ostentar un nivel de pobreza record, un PBI per cápita cada vez más degradado y un futuro cada vez menos prometedor.
Gran parte de la presente barbarie económica, social y cultural tiene un claro responsable: la dirigencia política argentina. La demagogia, el populismo y las promesas seductoras basadas en políticas utópicas, resultados mágicos con costos inexistentes y niveles de corrupción astronómicos, nos han llevado a ser un país con claro destino africano, con un horizonte donde al menos hasta aquí, solo se ve pobreza y subdesarrollo.
A pesar de haber jugado con buena parte del futuro argentino, los responsables siguen insistiendo. En el arco peronista (en todas sus facetas, desde Kirchneristas, Randazzistas, Massistas y Sciolistas) basan prácticamente todo su bíblico discurso en la promesa de bajar los precios, aumentar los salarios y como si esto fuera poca cosa, no endeudarnos más como nación y eliminar la inflación. Sería bueno preguntarnos como serán la solución a todos nuestros males, cuando fueron gran parte de los hacedores de dichos problemas.
¿Será Massa capaz de brindarnos soluciones habiendo sido Jefe de Gabinete del Gobierno kirchnerista?. ¿Serán capaz los K de terminar con la inflación, cuando a duras penas han reconocido su existencia en tiempos pasados?. ¿Podrá Randazzo habiendo sido funcionario durante todo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner obtener resultados diferentes?. ¿O tal vez será Scioli quién pueda lograr no volver a repetir en el futuro la destrucción que hizo de la Provincia de Buenos Aires años atrás?. A Dios gracias a buena parte de la sociedad argentina no le gustaría averiguarlo. Muchos saben que el futuro que queda es reducido, las posibilidades son cada vez menos y los sicarios del mañana son los políticos de hoy.
Es interesante ver al arco opositor criticar el endeudamiento. Endeudamiento este que no sería posible sin los niveles de déficit fiscal brutales que han dejado a las arcas públicas ahogadas en su propio vacío. También llama la atención las armas que levantan contra la inflación, cuando no solo la han negado durante años, sino que sus políticas monetarias nos han llevado al borde de la hiperinflación. Más icónicas son las declaraciones en favor de bajar impuestos. Durante el gobierno anterior la presión impositiva ha subido más de 15 puntos del PBI, hasta convertirnos en un país tristemente líder en la materia. Aunque sería poco cuestionable si recibiríamos por parte del Estado servicios de calidad que tengan relación a la presión tributaria que sufrimos, pero no: nos brindan educación de pésima calidad, un sistema de salud golpeado y bastardeado, niveles de inseguridad escalofriantes y una justicia que dista mucho de lo que pretendería una sociedad desarrollada. Por lo que no solo que los impuestos son demencialmente elevados sino que con lo poco que nos queda de ingreso por el fruto de nuestro trabajo, debemos limitar nuestras decisiones de gasto ya que debemos recurrir al sector privado a contratar los mismos servicios que ya le venimos pagando al Estado, buscando la calidad que queremos y necesitamos: tenemos que contratar salud, seguridad y educación privada. Por lo que no solo nos brindan servicios malos y nos confiscan buena parte de nuestros ingresos sino que por sobre todas las cosas nos coartan nuestra libertad. También me resulta intrigante saber cómo van a lograr crear empleo en un contexto donde en el mismo discurso que nos brindan, aseguran plena protección a la industria nacional con dos grandes implicancias: por un lado, que no lograrán inversiones que generen empleo genuino. Por el otro, que los consumidores seguiremos pagando los productos nacionales el doble de lo que se consiguen en el exterior, perjudicando cada vez más a los sectores de menores recursos y quitando de nuestros bolsillos la posibilidad de aumentar nuestro consumo en mayor cantidad de bienes.
Por lo que señores de la dirigencia política opositora: a la sociedad nos gustaría saber porque esta vez sus falsas propuestas nos darán un futuro diferente al macabro presente que tenemos por todo lo que han hecho en el pasado. Por desgracia para todos, la historia no los acompaña. ¡Salud!.
*Dr. Manuel Adorni – Analista económico y docente universitario – Twitter: @madorni