Ocaña: «se pagaron coimas con fondos de la ANSES»
La diputada Ocaña afirmó que se abonaron 20 millones de dólares en coimas a funcionarios. Dijo que surgen de mails secuestrados en Brasil.
La diputada de Confianza Pública Graciela Ocaña denunció ante la Justicia que parte de un crédito de 590 millones de pesos que la ANSES en el gobierno de Cristina Kirchner le dio a la empresa brasileña Obedrecht para financiar el soterramiento del ferrocarril Sarmiento se usó para pagar coimas.
En una presentación ante el juez federal Marcelo Martínez Di Giorgi, la ex ministra de Salud pidió que se investiguen mails secuestrados de una computadora de un gerente de Odebrecht en Argentina Mauricio Couri Ribeiro donde se aludiría al pago de 20 millones de dólares en sobornos sobre el total de 35 que se supone pagó el gigante brasileño en esa y otras obras públicas en Argentina.
“En el extracto de correos electrónicos mencionados se refiere a reuniones relacionadas con la obra del soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Además, se menciona a integrantes de la Secretaría de Obras Públicas a cargo del ya conocido José López”, dice Ocaña.
Por ejemplo, en el correo electrónico del 4 de marzo de 2010 cuyo asunto era «Reunión con Biancuso», se ofrece minuta de puntos abordados en el encuentro. El título referiría al ex Director de Infraestructura y Desarrollo Tecnológico, Raúl Biancuzzo, hombre que también estuvo al frente de la empresa de agua y cloacas AySA, lugar donde recaló la responsabilidad del avance del soterramiento.
Otro correo electrónico, denominado «Reunión Sarmiento 29/04/10», contiene minuta fechada ese mismo día a las 17:44 que puntualiza: “se firmó un decreto por parte del Ministro”. Ese mismo día se firmó en nuestro país, el decreto presidencial 600/2010 que implicó addenda al contrato del Soterramiento del tren Sarmiento que “dejaba la facultad de adecuaciones del contrato en manos de la secretaría Transporte, en ese momento ya ocupado por Juan Pablo Schiavi”.
La addenda menciona que se acordó entre el funcionario, IECSA, Odebrecht, Ghella, Comsa, y Consorcio Nuevo Sarmiento, distintas etapas en las que se dividiría el proyecto. El gerente de Odebrech Mauricio Couri Ribeiro en Argentina participó de la firma de ese documento.
Del backup de la computadora de Couri Ribeiro surgieron contactos sospechosos entre marzo y junio de 2010. Diez días después de ese encuentro, según el decreto, «el contratista percibirá un primer desembolso del anticipo financiero establecido en la cláusula Vigésimo Tercera, apartado 23.9 del Contrato, equivalente al 15% del precio de la Subetapa I de la Etapa I, que a valores de fecha de oferta representa un monto de veintiún millones setenta y nueve mil doscientos setenta y uno con 53/100 ($ 21.079.271,53)».
En el correo se describen cuatro puntos que describen alcances de cláusulas firmadas. Principalmente, el punto 4, señala: «a 90 días, $500 MM, Bonos ANSES», refiriendo a que el organismo previsional conducido entonces por Diego Bossio financiaría parte del proyecto. Pero a renglón seguido, se consignó la enigmática sigla «DGI» -que no tiene que ver con el organismo fiscal argentina- y la cifra de U$S16 millones (dólares estadounidenses dieciséis millones). Otro correo del 27 de mayo titulado «DGI 2» apunta a un «Tatu», que no identifica, como receptor de pagos.
Se consignó un «bonus» por el Fideicomiso del Sistema Ferroviario Integrado, más la aceptación de un crédito puente de la ANSES por $590 millones.
“Funcionarios del gobierno en claros actos de malversación de fondos, incumplimientos de deberes de funcionario público y defraudación a la Administración Publica, usaron fondos de naturaleza pública como provenientes de la ANSES para pagar coimas para obras públicas”, afirmó Ocaña.