El Gobierno porteño ya remitió 40 leyes para evitar que pasen a debate con la nueva Legislatura en diciembre.
Con una entrega de una decena de proyectos de ley, Mauricio Macri abultó el paquetazo de normas que, busca sancionar antes de fin de año para evitar que pasen a debate con la nueva Legislatura que se renovará en diciembre. El remate de inmuebles, la sesión de predios, la construcción de un shopping y la cesión de un espacio importante para una productora de TV son los más polémicos a los ojos de la oposición.
El listado ya llega a 37 proyectos, algunos de los cuales intentó el PRO votar el año pasado mediante un pacto con el kirchnerismo, pero no pasó de allí. Ahora Macri apura a sus legisladores que ya se sienten en problemas. Es que dentro del paquete hay unas 20 leyes que requieren mayorías especiales, o de 31 votos (la mitad más uno del recinto) o de 40 votos y doble lectura. Además, el calendario electoral prevé inactividad legislativa en las semanas más cercanas a los comicios del 27 de octubre. Pero el PRO cree que se aliviará el clima una vez que pasen las elecciones.
A sabiendas de que juega contra el tiempo y contra el número de bancas que acompañarán sus proyectos, el oficialismo porteño se apuró a redactar ese total de iniciativas con el objetivo de que obtengan el visto bueno antes de que finalice el año. La razón del apuro se da porque a fin de año se renovarán la mitad de las bancas del recinto porteño y al Pro le convendría sacar esas leyes antes de diciembre para hacer valer su mayoría.
Una de las “sorpresas” del paquete de leyes es un proyecto para permitirle al Grupo IRSA -la mayor corporación inmobiliaria del país- construir un nuevo shopping en Caballito. En contra de los vecinos y comerciantes del barrio, Macri quiere cambiar la zonificación residencial del predio y autorizar a IRSA a utilizar dos manzanas sobre la Avenida Avellaneda, al lado de Ferro. Podría construir hasta 38 metros de altura, o sea unos 12 pisos, en un barrio sobresaturado y cuyos servicios y tránsito están colapsados.
Desde hace más de diez años los vecinos y comerciantes de Caballito vienen resistiendo la instalación de este shopping y de nuevas torres. Macri propone cambiar la actual zonificación residencial R2aII para crear una ‘norma urbanística especial’, una vergonzosa excepción diseñada a la medida de IRSA.