El diputado nacional Enrique Vaquié (UCR-Mendoza) opinó sobre el anuncio que realizó la Presidenta ayer en el que se contempla la reapertura de un canje de deuda.
El diputado sostuvo que “la medida, sobre todo por su carácter puramente reactivo, involucra una serie de riesgos”, y explicó: “la decisión que busca volver abstracta la sentencia recientemente dictada, podría generar como contra reacción que la CdA decida levantar la cautelar que impide el cumplimiento de la sentencia hasta tanto la CSJ se expida. En caso de ocurrir esto, el impacto negativo de la sentencia se anticiparía. Vale recordar que los próximos pagos atacables son intereses de Discount a fin de septiembre y global 17 en octubre”.
El legislador que es también economista, recordó que “el riesgo de embargo tanto en la etapa de implementación del canje como al momento de anular los bonos en Nueva York es muy elevado, con lo cual el problema podría agravarse en vez de solucionarse”.
El caso exitoso de la reestructuración de la deuda mendocina Mendoza que no entró en default y reestructuró exitosamente su deuda (Iglesias-Cobos entre 2002 y 2005) también sufre las consecuencias de la mala praxis nacional.
Vaquié, ministro de Hacienda entre 1999 y 2003, explicó que los puntos diferenciales que permitieron a Mendoza tener éxito en su reestructuración y ganar los juicios en Nueva York interpuesto por los fondos buitres fueron:
– Los tenedores de los bonos Aconcagua (bonos viejos) que no ingresaban al canje se vieron obligados a aceptar la jurisdicción Mendoza para litigar. En la reestructuración de Argentina, siguieron litigando en NY.
– Nunca se cerró el canje. Se evitó ser acusado no cumplir con el pari passu (centro de la sentencia de la Cámara de Apelaciones de NY) mientras que Argentina dictó la Ley Cerrojo vigente hasta hoy.