El jefe de Gabinete no le perdona al titular de la Cámara baja sus críticas internas y así impulsa al vice porteño para reemplazarlo.
Nunca le perdonó críticas a Jaime Duran Barba y «falta de política» de Casa Rosada. Y, lentamente, lo alejó de “mesas chicas” del Gobierno. La ofensiva del jefe de Gabinete, Marcos Peña, contra el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, tendrá nuevo capítulo en próximos días.
Peña insiste con que el vicejefe porteño, Diego Santilli, acompañe a Elisa Carrió como candidato a diputado por Capital Federal para desplazar a Monzó de la presidencia de la Cámara baja a fin de 2017.
La jugada tiene la resistencia de Horacio Rodríguez Larreta, que prefiere tener al “Colorado” Santilli a su lado como brazo político en el gobierno porteño. Tampoco el vicejefe quiere ser candidato: lo fue en 2013 (a senador) y 2015. Sería su tercera campaña en tres elecciones para tres cargos diferentes.
Sin embargo, el jefe de Gabinete, uno de los hombres más poderosos y escuchados por Mauricio Macri, afirma, entre sus íntimos, que es momento de desplazar a Monzó del único lugar clave de poder que aún conserva: su armado de relaciones con oposición y oficialismo en Diputados, donde habla con Sergio Massa y Máximo Kirchner, hasta Carrió y Margarita Stolbizer.
Pero más se enojó cuando leyó al entrevista donde Monzó destrozó a Duran Barba y pidió abrir el Gobierno a peronistas como Juan Manuel Urtubey (Salta).
Asimismo, entre sus asesores, Larreta hace cálculos y descarta sumar en una interna, o acaso abrir la boleta, a Martín Lousteau. “No es parte de Cambiemos, apoyó a Margarita (Stolbizer) en presidenciales de 2015”, argumentó.
Otros dos motivos lo animan a dejar afuera al ex ministro de Economía de Cristina Kirchner. Primero: se peleó con el Presidente tras dejar la embajada de EE.UU. inconsultamente a un mes de la cumbre con Donald Trump. “Mauricio no lo perdonó, no quería que deje la embajada”, explican desde Casa Rosada. Segundo: el bloque Suma+ que responde a Lousteau no acompañó al PRO en la Legislatura. “Si durante un año y medio nos jugó mal con sus legisladores en la Ciudad, ¿por qué como diputado nacional jugará bien con el Gobierno?”, se preguntó Larreta ante sus ministros.
El acuerdo de todos los referentes de Cambiemos con el presidente Macri fue que líderes territoriales (gobernadores e intendentes) tendrían el poder de la lapicera en sus distritos como prioridad.
Así, el jefe de Gobierno piensa en un candidato propio en la boleta a legisladores. Mientras el ministro de Modernización porteño, Andy Freire, ruega que lo bendiga, baraja opciones. En defintiva, no es un reality show sino de la real politik.