Luego de la aprobación del aborto en el Congreso de la Nación, el diputado neuquino Francisco Sánchez, anunció que presentará un proyecto para agravar penas por el delito de tráfico de órganos cuando se utilicen tejidos de seres humanos asesinados en el vientre materno durante el embarazo.
Actualmente, la Ley 22447 contempla penas pero sin mencionar taxativamente el uso de órganos de personas abortadas. La modificación que propone el diputado del Pro es sustancial: duplica el castigo. En el artículo 44, se dice que «se impondrá prisión de DOS (2) a CINCO (5) años e inhabilitación especial de dos (2) a diez (10) años si el autor fuere un profesional del arte de curar o una persona que ejerza actividades de colaboración del arte de curar: 1°) Al que directa o indirectamente diere u ofreciere beneficios de contenido patrimonial o no, a un posible dador o a un tercero, para lograr la obtención de órganos o materiales anatómicos. 2°) Al que por sí o por persona interpuesta, recibiera o exigiera para sí o para terceros cualquier beneficio de contenido patrimonial o no, o aceptare una promesa directa o indirecta para sí o para terceros, para lograr la obtención de órganos o materiales anatómicos, sean o no propios. 3°) Al que con propósito de lucro intermediare en la obtención de órganos o materiales anatómicos provenientes de personas o de cadáveres«. A partir de la inclusión del proyecto de Sánchez, «en los casos en que las conductas descritas en los incisos 1°, 2° y 3° estén dirigidas a la obtención de cadáveres, órganos o materiales anatómicos de personas por nacer fallecidas por un aborto inducido, el mínimo de la pena de prisión se elevará a CUATRO (4) años y el máximo a OCHO (8) años y el mínimo de la pena de inhabilitación especial a CUATRO (4) años y el máximo a DIEZ (10) años«.
Sobre el proyecto el diputado de Neuquén expresó: «sabemos de la existencia de denuncias sobre tráfico y comercio de órganos de seres humanos abortados, asesinados en los vientres maternos, en otros puntos del planeta«; y agregó: «luego de que se aprobara el aborto, surgió la suspicacia de que podría crease una industria del tráfico alrededor del aborto. ¿Y por qué no pensar en gente que encuentre ahí una forma de hacer negocios? Esto no es apocalíptico ni de cine de ficción. A la luz de la situación mundial no es descabellado empezar a pensar en que la maldad no tiene límites«.
Francisco Sánchez además sostuvo que no se trata de un tema menor el que se plantea, «de hecho
El proyecto será presentado a principios de la semana que viene para ser tratado en forma inmediata ni bien empiece la actividad legislativa en comisiones. «El aborto puede ser el inicio del tráfico de órganos legalizado. Los seres humanos no somos mercancía. No podemos ni debemos tolerar esto«.