Presentan proyecto de ley «para una segunda oportunidad» laboral
La diputada nacional, Lorena Matzen, presentó un proyecto de ley que tiene por objeto crear un régimen de promoción e incentivo para trabajadores mayores de 40 años. Este programa, que la iniciativa denomina “Segunda Oportunidad”, dispone importantes bonificaciones en las contribuciones patronales correspondientes a personas que se encuentren en la franja etaria de más de 40 años y que sean incorporadas al mercado laboral a partir de la vigencia de la ley.
Así, aquellos empleadores que inicien una relación laboral con personas mayores de 40 años, se verán beneficiados con la deducción, sobre el monto de las contribuciones patronales, de un porcentaje del 50% durante los dos primeros años de relación laboral y del 25% durante los dos años subsiguientes.
Este proyecto pretende atender la situación de desmedro a la que se ve sometida este colectivo etario en el mercado de empleo. En Argentina, el 80% de las ofertas de empleo son para personas menores de 40 años de edad. Y aproximadamente 800.000 personas mayores de 45 años no pueden volver al mercado laboral. Estos postulantes, ausentes de los avisos de búsqueda de empleo y de las oportunidades que se abren para nuevos puestos no son tenidos en cuenta y, ante el primer contacto con las compañías mediante programas digitales que exigen datos personales entre los que siempre figura la edad, son descartados sin siquiera tener la chance de una primera entrevista personal en la que demostrar sus habilidades.
Matzen hace referencia a las consecuencias psicosociales originadas en la exclusión de este importante colectivo de los circuitos laborales. Pero asegura que su proyecto no tiene una “mirada asistencialista, ya que apunta a poner en valor la enorme capacidad de este segmento etario compuesto por personas jóvenes y en plena edad activa” dice la diputada. Al respecto, cabe destacar que la OIT asegura que las economías que tienen una fuerza de trabajo en promedio de mayor edad, tienen más probabilidades de experimentar una aceleración de su crecimiento.
En esta línea, la iniciativa intenta generar un mecanismo con el peso suficiente para contrarrestar los motivos más o menos loables que las empresas esgrimen para justificar esta selección, que van desde las consideraciones de que a una persona inexperta se la puede moldear, hasta que la paga puede resultar ventajosa, pasando por motivos inherentes a la “sobrecalificación” y a la actualización tecnológica o las capacidades de aprendizaje y actualización.
La autora de la iniciativa finaliza diciendo que “somos plenamente conscientes de que el problema del desempleo no atañe sólo a los mayores de cuarenta años, pero también conocemos múltiples programas y planes de empleo para los segmentos jóvenes. Si a eso le sumamos que cada vez más empresas apuestan por perfiles jóvenes o de recién graduados, nos encontramos con la exigencia de pensar en mecanismos que atiendan la situación de este colectivo etario”.
El proyecto presentado por Matzen, estipula una vigencia de 4 años para el régimen “Segunda Oportunidad” que propone crear y otorga al Poder Ejecutivo un plazo de 120 días para proceder a su reglamentación.