Promueven quitar el IVA a los productos de la canasta básica alimenticia
La diputada nacional María Clara Vega (UCR – La Rioja) elevó ante su cámara un proyecto de ley para eximir a los alimentos que integran la canasta básica del impuesto al valor agregado. Se trata de una iniciativa en línea con una de las propuestas legislativas que anunció el presidente en la apertura de las sesiones ordinarias.
La propuesta de la referente radical también promueve la exención del IVA en el caso de las harinas y pre mezclas libres de gluten dado que, en el caso de los enfermos celíacos constituyen su único tratamiento médico posible, por lo que “resulta de estricta justicia que estos productos alimenticios gocen de la misma exención que la Ley 20.631 otorga a las especialidades medicinales”.
“El Impuesto al Valor Agregado (IVA) rige en Argentina desde 1975, y vino a sustituir al impuesto a las ventas y el impuesto a las actividades lucrativas, antecedente del actual impuesto a los ingresos brutos”, recordó la legisladora en los fundamentos de la iniciativa”.
La diputada Vega remarcó que “la característica fundamental del IVA es que grava el consumo, recayendo todo el peso del tributo sobre el consumidor final, lo cual lo convierte en un impuesto regresivo que grava proporcionalmente más a los que menos tienen”
“En la mayor parte de los países de América Latina, los alimentos incluidos dentro de la canasta básica alimentaria se encuentran totalmente exentos o se les aplica una tasa diferencial notablemente inferior”, añadió la legisladora.
A su vez, estimó que los impuestos «constituyen un mecanismo de financiamiento del gasto público mediante el cual el Estado redistribuye ingresos entre los diferentes sectores sociales. Por ende, una política tributaria realmente progresiva debería ser, horizontal y verticalmente, equitativa, es decir, promover la igualdad. Y para que un impuesto en particular sea equitativo, un contribuyente de mayores ingresos debería pagar absoluta y proporcionalmente más que uno con menores ingresos”.
“Si tenemos en cuenta que los hogares de menores ingresos consumen todos sus ingresos y los hogares de mayores ingresos tienen cierta capacidad de ahorro, queda claro que los primeros tienen todos sus ingresos gravados, mientras que los segundos solo una parte de ellos”, consideró.
“Ello generó un aumento notable de los indicadores de pobreza e indigencia, por lo que podría expresarse que el impuesto inflacionario también castiga en forma diferencial a los hogares de ingresos fijos, básicamente asalariados y jubilados”, agregó la diputada Vega.
Explicó que “el IVA del 21% de Argentina sólo es superado o igualado por nueve países en todo el mundo, de los cuales la mitad son nórdicos -los de mayor equidad tributaria- y la otra mitad tiene amplias exenciones y alícuotas diferenciales para los productos primarios” y precisó que “en la Argentina, el IVA representó alrededor del 30% de los ingresos tributarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) durante el 2012. Si bien es cierto que durante la década del ’90 el IVA representaba alrededor del 40% de la recaudación tributaria total, la caída en el peso de este impuesto sobre el total recaudado se explica por la ganancia de participación de otros tributos como los Derechos de Exportación y la recaudación de la Seguridad Social”.
“Dado que la proporción que una familia consume sobre el total de sus ingresos se reduce al aumentar el nivel de ingreso del hogar, e inversamente se incrementa cuando los ingresos son inferiores, resulta necesario reducir la presión impositiva sobre los consumos de estos sectores para producir una verdadera transferencia de ingresos hacia los mismos y colaborar concretamente con medidas que contribuyan a controlar el proceso inflacionario que más afecta a quienes menos tienen”, concluyó Vega.