Proyecto Ley de Biocombustible: Diputados expresaron su mirada
En el marco del debate en la Cámara de Diputados por el proyecto de ley que propone extender hasta 2030 un nuevo régimen de biocombustibles y reducir del 10% al 5% el corte obligatorio del gasoil con biodiesel, que actualmente está siendo trabajado en reuniones de comisión, legisladores de distintos partidos expresaron su postura sobre la iniciativa.
Por un lado, Jimena Latorre, del bloque de la UCR, aseguró que es necesario superar la discusión en términos binarios entre productores. “No tenemos que plantear una polarización entre hidrocarburos y productores de biocombustibles, que son un medio para el recambio de la matriz energética para cumplir con la reducción de impacto ambiental”, consideró.
Por su parte, María Rosa Martínez, del Frente de Todos, destacó la amplitud de actores que están participando del debate. “Estamos escuchando las voces y las opiniones de todos los sectores para arribar a las leyes que se acerquen más a las necesidades laborales, de desarrollo y crecimiento”, expuso.
Vale recordar que el debate se realiza en medio de la demanda de productores y legisladores opositores para extender hasta 2024 el actual régimen, tal como ya aprobó el Senado, debido a que la norma original vence el 12 de mayo próximo.
El proyecto presentado por Félix junto a diputados del Frente de Todos mantiene el sistema de promoción y fabricación de biocombustibles hasta 2030 y mantiene el corte de nafta con etanol en torno al 12% actual.
En el caso del combustible elaborado a base de caña de azúcar, los volúmenes deberán ser del 6% de la mezcla mínima obligatoria, mismo porcentaje establecido para el bioetanol a base de caña de maíz.
Sin embargo, señala la iniciativa, la Secretaría de Energía podrá «elevar el referido porcentaje mínimo obligatorio cuando lo considere conveniente en función del abastecimiento de la demanda, la balanza comercial, la promoción de inversiones en economías regionales, y/o razones ambientales o técnicas».
De forma inversa, el corte podrá reducirse hasta el 3% «cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el precio del combustible fósil en el surtidor o ante situaciones de escasez de biodiésel por parte de las empresas elaboradoras».
El proyecto mantiene beneficios impositivos al fijar que el biodiésel y el bioetanol no estarán gravados por el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y por el Impuesto al Dióxido de Carbono (ICO2).