Como suele suceder cuando el peronismo vuelve al llano tras morder el polvo de la derrota en una elección nacional, el bloque de Unión por la Patria enfrenta por estos días el desafío mayúsculo de mantenerse unido y evitar fugas de diputados que responden a intereses provinciales.
El peligro de derrumbe es tangible ya que hay fuerzas centrífugas que están operando para generar desprendimientos.
El principal candidato es el actual jefe de bancada, Germán Martínez, quien tiene el apoyo del kirchnerismo, incluida La Cámpora de Máximo Kirchner.
Fuentes parlamentarias de UP, la decisión terminará de madurar el miércoles en una reunión del bloque que coordinará la todavía presidenta de Diputados, Cecilia Moreau.
Para confirmar su continuidad, el santafesino necesitará algo más que el apoyo del kirchnerismo, que controla cerca de 60 diputados: también deberá sumar adhesiones de los legisladores del massismo (que a priori apoyan al santafesino, supo NA), de algunos representantes que responden a gobernadores y de los llamados “sin tierra”.
“Hay muchos y muchas compañeras valiosas, con experiencia”, contestaron a Noticias Argentinas altas fuentes del bloque peronista.
Una forma elegante de abrir el paraguas por si los acontecimientos toman un curso inesperado.
Ante la nueva coyuntura que plantea el cambio de signo político a nivel nacional, los gobernadores peronistas estarán obligados a negociar gobernabilidad en sus distritos con la gestión central de La Libertad Avanza, por lo que mantener a sus diputados en un bloque con un perfil demasiado contestario como el que tendrá Unión por la Patria podría atentar contra los intereses provinciales.
Eso explica la rebelión en ciernes que está empezando a gestarse al interior de Unión por la Patria.
La revuelta fue sin embargo iniciada por los “Sin Tierra”, más precisamente por el diputado nacional por Santa Fe Roberto Mirabella, quien reporta al menguante gobernador Omar Perotti, y por el jujeño Guillermo Snopek.
Ambos amenazan con dejar Unión por la Patria y formar bloques propios o unirse a espacios existentes de los llamados “intermedios”, como Provincias Unidas o el interbloque Federal que encabeza el cordobesismo. Esta última alternativa, sin embargo, es más difícil porque el schiarettismo está demasiado volcado al oficialismo, y sería muy difícil sostener una identidad opositora desde esa posición.
También están dispuestos a pegar el zarpazo y dejar Unión por la Patria los tres diputados salteños (Pablo Outes, Cintia Pamela Calletti y Yolanda Vega) que responden al gobernador Gustavo Sáenz, quien hasta ahora se mostraba como un sólido aliado de Sergio Massa.
La poca información que se filtra en el marco de la trama de negociaciones en las sombras que se están produciendo apunta a que estos tres representantes podrían sumarse al interbloque Provincias Unidas, que por ahora tiene confirmados a cuatro integrantes del Frente de la Concordia misionero (Carlos Fernández y los electos Daniel Vancsik, Yamila Ruiz y Alberto Arrúa) y a uno de Juntos Somos Río Negro (Agustín Domingo).
También podrían sumarse a esta arquitectura diputados nacionales electos por las fuerzas oficialistas de Santa Cruz y Neuquén.
Con estas cinco bajas, Unión por la Patria pasaría de 105 a 100 bancas, con el riesgo de que más diputados sigan los mismos pasos de los desertores.
La idea es detener ese drenaje y que por esa puerta no se vaya nadie más.
La estrategia será la reducción de daños
En este sentido, la elección del presidente del bloque, del resto de las autoridades legislativas e incluso de los lugares clave en las comisiones cobran un relieve central en estos días, porque podrían utilizarse como prendas de cambio para contentar a los rebeldes y contenerlos dentro del perímetro de Unión por la Patria. Martínez tiene sin duda atributos que lo ponen en situación de ventaja.
Ya conoce el oficio por lo hecho en 2022 y este 2023, y pasó la prueba con éxito.
Asimismo, es del Interior del país y tiene un estilo mucho más moderado al de su antecesor Máximo Kirchner.
Un representante del kirchnerismo duro en la conducción del bloque podría ahuyentar a más de uno.
La contra del santafesino es que fue ungido en su momento por un cúpula de líderes en retirada como Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa.
Hoy el peronismo está en la búsqueda de nuevos liderazgos y la correlación de fuerzas a su interior no reproduce ni de cerca las condiciones políticas del verano del 2022, cuando fue elegido para reemplazar al líder de La Cámpora. Otro desafío que deberá resolver Unión por la Patria, una vez que se sepa con cuántos integrantes contará y cuáles serán sus autoridades, es si seguirá siendo un bloque único o si propiciará un reordenamiento interno en forma de interbloque, con autonomía relativa de los distintos espacios internos.
Para negociar lugares en las comisiones, siempre es conveniente mostrar la mayor unidad posible, por lo que la prioridad es que continué la misma dinámica de funcionamiento que tuvo en los últimos cuatro años, más allá de que cambió drásticamente el contexto político. “Está la experiencia de 2015 con los bloques separados.
Mayor fortaleza te da un bloque unido”, indicaron a NA fuentes parlamentarias de Unión por la Patria.
Obviamente, en medio de los ruidos internos y los amagues de emancipación, no hay nada cerrado y todo es materia de negociación.
Es posible que algunos sectores planteen la necesidad de mantener una autonomía relativa y la única forma de contenerlos dentro sería a través de un interbloque donde cada espacio se haga cargo de su representación y de su protagonismo.