Si su nombre ya era reiterado desde hace varias semanas y en el inconsciente colectivo, de a poco, se fue grabando, tras la decisión de pedir 12 años de prisión para Cristina Fernández, el fiscal federal Diego Luciani ha pasado a la historia.
Su apellido resonó (resuena) en todos los medios de noticias del país y, con el correr de las horas, sin dudas del exterior. ¿Pero quien es el Fiscal Luciani?
En principio vale comentar que es abogado, tiene 49 años y cuenta con una larga trayectoria en diferentes juzgados hasta finalmente lograr su arribo a Comodoro Py, durante el año 2002.
Luciani llegó a ser fiscal ante los tribunales orales federales tras haber recorrer un largo camino académico y en la función pública. Es egresado de la UBA , apenas tiene una bandera argentina y su título en su despacho. Arrancó de abajo como meritorio, con Juan José Galeano cuando éste estaba a cargo de la causa AMIA; y lo hacía volver a Luciani a la medianoche para seguir trabajando cuando volvía de la Facultad.
Luego recaló en una UFI de San Isidro y después a la fiscalía de secuestros extorsivos hasta que llegó a San Martin. De ahí a Mercedes y de vuelta a San Martín hasta que una de las ternas le da la carta para volver a Py: un trueque, entonces habilitado, para cambiar la jurisdicción con una fiscal que quería dejar el edificio. Pasó por varios juzgados y encabezó juicios de narcotráfico de alto impacto.
Diego Luciani es fiscal de juicio oral ante los tribunales federales desde 2013, donde logró condenas contra los importadores de la efedrina usada por los carteles mexicanos para fabricar drogas sintéticas, y así condenó a Armando Gostanian, expresidente de la Casa de la Moneda y amigo del expresidente Carlos Menem, por peculado. Y obtuvo la condena de un juez federal, Carlos Liporace, en una causa por un dinero que percibió la curtiembre Yoma.
Asimísmo, condenó en septiembre de 2021 a Romina Picolotti en una causa por el uso en beneficio propio de fondos públicos, y antes obtuvo condena de otro extitular de la Casa de la Moneda por acuñar monedas con la cara de Maradona en beneficio de la empresa que las hacía.
Pero se puede asegurar sin dudar que el caso de corrupción más resonante en el que intervino fue el de la recuperación del predio de Tandanor, una causa controversial, que terminó con condenas y donde se restituyó al Estado el predio donde funciona la empresa, de cara al río, uno de los terrenos más valioso de la ciudad de Buenos Aires. Allí pidió extraer testimonios para investigar a Menem por el caso.
En el marco del alegato clave en una de las causas que más pesa contra CFK, el fiscal federal Diego Luciani lanzó duras acusaciones este lunes por la mañana en el alegato del proceso contra los 13 imputados en el juicio conocido como “Vialidad”, en el que los principales imputados son la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, el ex ministro de Planificación, Julio De Vido, y el empresario Lázaro Báez.
“Entre 2003 y 2015 funcionó una asociación ilícita que tuvo como jefes a Néstor y Cristina Kirchner”, sentenció el fiscal en el alegato de acusaciones y advirtió que hubo “una defraudación millonaria”.
Luciani expuso también fuertes críticas contra la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera (UIF), que semanas atrás pidió la absolución de la ex mandataria. Por lo tanto, la Fiscalía representa la única acusación que queda en pie.
¿Conexiones con Macri?
Semana atrás, a través de las redes sociales, la propia Cristina Fernandez explicó que reucsó al fiscal (entre otros) por supuestos vínculos con el ex presidente Mauricio Macri.
El pedido fue luego que trascendieran fotos del fiscal Diego Luciani jugando al fútbol en la Quinta Los Abrojos de Mauricio Macri. La vicepresidenta advirtió que lo recusará.
«Todo hace juego con todo. Hoy, Página/12 prueba que la asociación ilícita es la de ellos. El Pte. del Tribunal y el Fiscal de la causa ‘Obra Pública’ jugando al fútbol en la quinta de Mauricio Macri. El camarista Llorens juega en el ‘mismo equipo’ pero ese día faltó al partido», lanzó entonces la vicepresidenta junto a las respectivas imágenes.
La ex mandataria compartió un «segundo testimonio fotográfico», en el que aparece «Roby Martínez, cuñado del candidato presidencial de Cambiemos para el 2023, Horacio Rodríguez Larreta», por lo que reflexionó: «Pensar que me armaron una causa porque decían que un día lo habían visto al Juez Cassanello en Olivos».
Y concluyó: «He instruido a mi abogado para que mañana a primera hora recuse a los jugadores de fútbol. El Poder Judicial argentino apesta».