¿Quién será el próximo presidente de la Cámara de Diputados?
El recambio de diciembre en la Cámara de Diputados traerá un segura renovación de sus autoridades, con Emilio Monzó fuera de las listas de candidatos y con el Frente de Todos liderando las expectativas luego de las PASO, las miradas se posan en la decisión que tendrá que tomar el peronismo.
Hay una lógica no escrita en reglamentos que reza que la presidencia de la Cámara de Diputados corresponde a un representante de la provincia de Buenos Aires. En un sentido estrictamente matemático, estamos hablando del distrito con mayor cantidad de escaños, por lejos.
Esto se ha respetado durante los cuatro años de Cambiemos y solo se vio interrumpido una vez durante las últimas gestiones con el jujeño Eduardo Fellner que mantuvo el cargo durante los años de la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
En el segundo mandato de CFK, el primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, Julián Dominguez, retomó la tradición culminando el periodo de doce años del kirchnerismo como presidente de la Cámara.
Para el próximo escenario, consumado el recambio legislativo de diciembre, dos candidatos a diputados por la provincia bonaerense aparecen en el horizonte del sillón de la presidencia. Aunque uno de esos dos cuenta con la tendencia favorable del resultado electoral de agosto.
Si Cambiemos logrará retener el poder en octubre, el actual ministro de seguridad de la provincia, Cristian Ritondo, que aparece como primer candidato de Juntos Por el Cambio sería el nominado por sus pares para conducir el cuerpo.
Con el 47% obtenido en las primarias, la mayor parte de las expectativas se posan en el posible designado por la alianza que componen los bloques del kirchnerismo y del Frente Renovador. Desde que se consumó el acuerdo electoral y con la posterior confirmación de listas, el nombre apuntado es el de uno solo.
En el Frente de Todos el nombre que mayor resuena es el de Sergio Massa quien habría consumado su incorporación a la coalición opositora con la certidumbre de que su candidatura como diputado número uno en la lista bonaerense le daría el lugar que hoy ocupa Monzó.
De esta manera, se establece una continuidad en la tradición de otorgarle a la provincia Buenos Aires el lugar de privilegio que le da la representación demográfica en el número de bancas.