18 de noviembre de 2024

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Para que el ciudadano tenga el control.

Resumen de la quinta jornada de debate del Aborto en el Senado

La primera exposición de la V Jornada de debate de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, estuvo a cargo del ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein. El funcionario comenzó su presentación exhibiendo datos y estadísticas sobre el tema y destacó que «desde 2005 en adelante se ve una tendencia declinante de los egresos hospitalarios por aborto que tiene que ver con políticas de salud y mayor acceso a anticonceptivos hasta el uso más extendido del tratamiento farmacológico del aborto, con misoprostol».

Al referirse a los costos, consideró que, en caso de aprobarse la media sanción proveniente de Diputados, «serían 30 veces menor a los actuales». Afirmó también que de aprobarse la ley, «bajarían de manera dramática las complicaciones que pueden generarse y así evitar o disminuir las internaciones en un 98% menos» de casos.

El siguiente orador fue el médico y rector de la Universidad Católica Argentina, Miguel Schiavone. El médico pidió que «se rechace está ley, se promueva la vida y la dignidad». El rector de la UCA presentó cifras propias y después de subrayar que «la mortalidad materna y el aborto son un tema de salud pública», concluyó que «la mortalidad materna se reduce no por el aborto legal sino por las mejoras en las condiciones de vida». En este sentido dijo que «el aborto legal será una forma de negar y perpetuar la pobreza».

La tercera oradora fue la doctora en derecho, Eleonora Lamm, de la Universidad de Barcelona. La especialista en bioética destacó que «numerosos organismos internacionales han dicho que las mujeres deben tomar decisiones autónomas». En ese sentido sostuvo que «la autonomía médica es muy difícil de implementar en temas de salud sexual y mucho más difícil es cuando se trata de adolescentes». Lamm afirmó que «equiparar el feto a una persona es una construcción metafísica fundada en razones morales que no se corresponde con argumentos jurídicos ni biológicos».

Siguió el turno de Leonel Briozzo exsubsecretario de Salud de Uruguay. El médico uruguayo recordó al plenario de comisiones que «hasta 2001 en Uruguay el aborto estaba penalizado y que en ese momento el 30 por ciento de las mujeres morían por causas de aborto».

Luego de exponer estadísticas de su país, no dudó en subrayar que «si usted quiere disminuir la cantidad de muertes por causas de aborto se debe despenalizar el aborto». De la experiencia uruguaya, Briozzo, destacó que «el 99 por ciento de los abortos se realizan con medicamentos y de ellos el 96 por ciento son ambulatorios. Las muertes maternas han disminuido. Hoy Uruguay tiene el privilegio de estar ubicado en segundo lugar en estadísticas de mortalidad materna con indicadores solo mejorados por Canadá».

A Briozzo le siguió Gerardo Amarilla, abogado y diputado de la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay. Amarilla comenzó su presentación precisando que «la ley de interrupción voluntaria del embarazo en Uruguay no consagra el derecho al aborto, establece la despenalización del mismo para ciertos casos». Luego de exhibir estadísticas propias, el abogado uruguayo consideró que «la ley de interrupción voluntaria del embarazo no era una necesidad de la sociedad sino que fue impuesta desde fuera». Se manifestó en contra de la media sanción aprobada en Diputados al sostener que «estas leyes vulneran derechos humanos fundamentales».

El siguiente orador fue Ernesto Beruti, jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Austral. El médico del Austral se manifestó en contra del proyecto en debate y preguntó a quienes están a favor «qué les hace pensar que ese embrión humano cuyo corazón late hace 28 días, no es una vida humana. Por qué es tan difícil aceptar esa evidencia». Concluyó su ponencia diciendo que «no se puede privilegiar la libertad sobre la vida».

A continuación habló Nora Maciel, investigadora de la facultad de Derecho UNNE y defensora de pobres y ausentes de la primera circunscripción Judicial de la Provincia de Corrientes. Maciel recordó las recomendaciones de los organismos internacionales sobre la Convención del niño y sostuvo que «este es un debate sobre la desigualdad entre mujeres con dinero y sin él, entre hombres y mujeres, entre el patriarcado y personas gestantes. Este un debate sobre el derecho a decidir». Señaló que cuando «el Estado se aparta deja a las mujeres en estado de pobreza a merced de quienes lucran con su necesidad». Reivindicó la iniciativa en discusión y finalizó diciendo «las mujeres queremos que este proyecto sea ley».

En la segunda mitad de la quinta jornada de debate expusieron el exministro de Salud, Ginés González García y el médico y extitular del Pami, Carlos Regazzoni. Con posturas diferentes, ambos tuvieron que responder una larga lista de preguntas por parte de los senadores presentes en el plenario de comisiones.

El exministro de Salud, Ginés González García, destacó que «esta iniciativa es importantísima porque hay una evidencia absoluta de que esta ley tiene que ver con la disminución de la mortalidad materna».

Apoyado por estadísticas de la Fundación Isalud, el exministro subrayó que la media sanción en debate «es una medida sustantiva desde el punto de vista de la salud pública. Hemos evolucionado en este tema creo, la ley de salud sexual y procreación responsable, me resultó muy difícil de aplicar, por eso me gusta que hoy todos acá digan `hay que educar en este tema`».

Ginés González García resaltó que «en un país con tanta desigualdad, este tema sería una reducción de la brecha». Preguntado por la efectividad que él había destacado de la iniciativa en debate, el exministro respondió que «pocas veces una ley puede causar un efecto tan beneficioso en tan corto plazo».

Luego hizo uso de la palabra, Alejandro Etchegaray, médico director del Programa de Cirugía Fetal del Hospital Austral que cuestionó la definición contemplada en el tema en debate sobre la fecha de 14 semanas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Afirmó que ella «es absolutamente arbitraria ya que no se condice con ningún hito biológico en el desarrollo fetal».

El siguiente orador fue Patricio Sanhueza Smith, secretario del Comité de Mortalidad Materna de México. Sanhueza Smith, a partir de la experiencia mexicana, reivindicó el proyecto en debate y dijo que «al escuchar algunas exposiciones es como viajar al pasado». Reivindicó el papel de la consultoría a las mujeres y sostuvo que «es importantísimo no dar una consejería disuasiva sino que este balanceada: hay que dar opciones, son las mujeres las que deben tomar la decisión sobre lo que quieren hacer». También explicó que «la mifepristona y el misoprotol se toman en un esquema combinado altamente efectivo, el 98% de los casos se resuelve sin intervenir, de manera ambulatoria y domiciliaria. Las mujeres lo experimentan así de manera más privada y natural y lo prefieren».

A continuación habló el médico Carlos Regazzoni, ex titular del PAMI. Regazzoni consideró que «lo único que va a permitir que los senadores avancen en la ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo será con un argumento ético. No van a encontrar en la biología, ni en la Salud Púbica las razones. Solamente una premisa filosófica podrá decidir a favor o en contra». Regazzoni destacó que «se está esquivando el verdadero debate: cuál es el principio filosófico por el que se le van a quitar derechos a muchos seres humanos».

Julia Elbaba, médica magister en bioética y decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de FATSA fue la oradora que siguió a la exposición de Regazzoni. La rectora consideró que «el embrión es un nuevo ser humano, con un estatuto biológico y antropológico y por eso debemos defenderlo». En este punto resaltó que el primero de los derechos del ser humano «es el derecho a la vida».

«Podemos decirle a la mujer que el aborto es seguro cuando desde la misma práctica surge la muerte del niño por nacer», se preguntó Elbaba. Destacó que la inequidad social es una cuestión que reclama que «el Estado esté presente». Al criticar el proyecto en debate afirmó que «el aborto siempre es un fracaso».

El siguiente orador fue Roberto Saba, abogado, doctor en leyes y docente de Derecho Constitucional. Consideró que «hay dos límites a tener en cuenta: la autonomía personal y la igualdad ante la ley». En su exposición resaltó que «el embrión no es una persona autónoma». Destacó también que «la autonomía de la mujer no puede ceder ante el desarrollo del embrión».

Saba dijo que «el proyecto con media sanción no chocaría con la Constitución, sino que está siendo reclamado por el texto constitucional». También sostuvo que «no chocaría con la estructura federal de la Argentina».

Alejandro Barcelo, abogado y magister en bioética de la Universidad Barceló, fue el orador que continuó en uso de la palabra. Se manifestó en contra de la media sanción aprobada en la cámara baja. Afirmó que «este proyecto se basa en creencias, en dogmatismos, más que en evidencias». Para ratificar su oposición a la iniciativa, dijo que «subyace en este proyecto que algunos seres humanos tienen que pedir permiso para acceder a la categoría de seres humanos». Finalizó su ponencia diciendo que «no podemos permitirnos más muertes ni de mujeres, ni de niños por nacer».

La anteúltima oradora fue Juana Garay, estudiante del Colegio Nacional de Buenos Aires. «No somos un puñado de ideas que habitan en redes sociales y medios de comunicación», sostuvo Garay al manifestar su apoyo al proyecto en discusión.

El último expositor fue Fernando Toller, director de la carrera de Derecho de la Universidad Austral. El abogado se pronunció en contra y definió a la iniciativa como «una ley que está diseñada para fomentar el aborto». Para argumentar su crítica a la iniciativa, destacó que «la Constitución le llama niño al no nacido».

 

Fuente: Prensa Senado

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