Rodriguez Saá: La verdad incómoda de una deuda odiosa
El jueves 6 de enero, los gobernadores participaron de un encuentro con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán para tratar los objetivos que defiende el gobierno nacional en las negociaciones que lleva adelante con el FMI.
La reunión se llevó a cabo en el Museo de la Memoria de Casa Rosada. Participaron mandatarios y funcionarios de todas las provincias. Quiénes no participaron de forma presencial, lo hicieron de modo virtual. El único ausente en la cita fue el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Por ser parte del oficialismo, una de las intervenciones más controvertidas fue la del gobernador de San Luis, Alberto Rodriguez Saá. El mandatario puntano, a partir de un discurso que comenzó con la historia del martirio y muerte del inca Atahualpa, desarrolló a los presentes el concepto de deuda odiosa.
La apelación a la eliminación del cacique por el conquistador español Pizarro, sirvió de prólogo a su teoría de la deuda externa como un proceso de «pensamiento único» y de «represión contra los pueblos». La alusión histórica incorporó también a grandes hombres de la patria hablando de la “deuda”. Así se refirió al Grl San Martín proclive a que “no se debe pagar” y a Juan Manuel de Rosas con su idea de que primero debe saldarse la deuda interna.
La teoría de la deuda odiosa
Algunos de los puntos clave que el mandatario provincial trató en su participación a distancia, fue que el ex presidente Mauricio Macri y su gobierno, duplicaron la deuda en solo 4 años. Al respecto señaló que la misma fue una “estafa” que, con apariencia legal, permitió fuga de capitales.
Tal acusación destacó que “con la plata de la deuda no se ha hecho una alcantarilla” entre otras obras posibles y necesarias en favor de la población argentina. Y enfatizó que es “una deuda absolutamente hecha para condenar al pueblo a la miseria. No tiene ningún beneficio para el pueblo argentino. Es una deuda absolutamente odiosa dentro de la doctrina económica internacional”.
Asimismo, el gobernador se disculpó por exponer una mirada desafiante sobre la problemática de la deuda: “Yo se que estoy diciendo una verdad incómoda” señaló y aclaró que, aunque compartía el diagnóstico que se hizo con respecto a la deuda, difiere en la forma de abordarla: “Yo no estoy de acuerdo con el camino para negociar con el fondo con estas condiciones y no denunciarla como una deuda odiosa, una estafa. Es un camino equivocado que no comparto”. Y agregó: “No estoy de acuerdo que se haya fijado para dirimir los problemas de la deuda a un tribunal con prórrogas de jurisdicción en Nueva York; eso es una pérdida de soberanía. Eso es algo inconcebible”.
En este sentido denunció que la última deuda tomada por Macri contó con una “actitud permisiva del Fondo” resaltando que tal modus operandi “ha permitido la fuga de capitales a sabiendas de que esto iba a suceder, a sabiendas de que la Argentina no iba a poder pagar”.
Para no quedarse en la crítica solamente, Saá ofreció sus ideas: “Se me ocurren dos soluciones: Consenso del pueblo sobre qué hacer con la deuda; qué el pueblo elija. Nos da tiempo, es justo, nos va a entender el mundo” y agregó: “ Otra vía es acudir al tribunal de La Haya”.
Antes de terminar su exposición volvió sobre su idea de que es primordial saldar primero la deuda con el pueblo argentino: “Pobreza, jubilados y trabajo de calidad, son algunos de los puntos más importantes de la deuda interna que están primero que la odiosa deuda externa” resaltó.