El diputado santafesino Carlos del Frade (Frente Social y Popular) aseguró que «la actual situación de Vicentin es la síntesis del proyecto macrista: el descenso a los infiernos, el viaje del país industrial a la terminal de un paraíso fiscal; la producción perdiendo por goleada ante el imperio frenético del negocio financiero».
El legislador recordó lo dicho por Sergio Nardelli (CEO de Vicentin) ante la Comisión de Seguimiento del caso Vicentin en la Cámara de Diputados provincial: “Nosotros entramos en una dinámica tal que levantábamos deudas semanales de 100 millones de dólares”.
Al respecto, Del Frade reflexionó que “eso no era una dinámica, era una secuencia más de El lobo de Wall Street. Esa locura fue la característica de los últimos años de Vicentin. El olvido de la lógica del trabajo de generaciones de trabajadores y productores que apostaron al crecimiento industrial y regional, y que fue inmolado en la perversa timba financiera que necesitaba del lavado de dinero y la fuga de capitales«.
“La dictadura, luego del secuestro de 22 trabajadores, le otorgó a Vicentín el puerto en Ricardone, cerca de San Lorenzo, en 1979 y tres años después, Domingo Cavallo, al frente del Banco Central, estatizó su deuda de dos millones de dólares”, recordó. Y agregó que “en 2001, Vicentin fue denunciada por fugar 135 millones de dólares. Otra vez el Estado nacional lo salvó”.
Ahora, en la fase uno del proceso, la intervención debe profundizar la investigación para establecer los corruptos del Estado macrista y los de la empresa que permitieron semejante estafa contra los trabajadores, los productores, las cooperativas y el pueblo santafesino y argentino.
“En el fondo, el debate histórico es qué hace la Argentina con sus puertos. El lavado de dinero y la exportación son una cara de la moneda, la otra cara, el otro gran negocio del sistema mafioso, los negocios del narcotráfico y el contrabando de armas«, interpretó Del Frade.
«Recuperar Vicentin desde una perspectiva nacional, trabajadora, productiva, cooperativa y estatal puede darnos no solamente soberanía económica y política, sino también una posibilidad para que cientos de pibas y pibes no terminen siendo consumidores consumidos o soldaditos inmolados en el altar del dios dinero, el verdadero corazón del sistema que produjo esta nueva postal de desprecio contra las grandes mayorías«, sentenció el diputado.