14 de noviembre de 2024

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Senado: el bloque peronista podría fracturarse ante una nueva crisis interna

En el horizonte del peronismo, la sombra de una posible ruptura en los bloques legislativos de Unión por la Patria (UP) se hace cada vez más prominente. Las tensiones internas que sacuden al principal espacio opositor se convirtieron en un tema recurrente, exponiendo una unidad política cada vez más resquebrajada.

El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, se erige como una figura clave en este escenario. Jalil, conocido por su buena relación con el gobierno nacional, defiende la necesidad de mantener canales de diálogo abiertos para una efectiva gestión. “Hay que ser pragmáticos para gobernar”, enfatiza a sus interlocutores, mientras la presión desde los bloques legislativos por su apoyo a la Casa Rosada aumenta. Jalil ha mostrado su descontento con las críticas que recibe desde el sector kirchnerista por su apoyo a iniciativas como la ley Bases, el Pacto de Mayo y el retorno del impuesto a las Ganancias. Este sector lo acusa de no alinearse con la postura dominante dentro del peronismo, intensificando la discordia interna.

Cabe mencionar que como respuesta a estas tensiones, Jalil intensificó sus contactos con otros gobernadores que, aunque no pertenecen a UP, buscan construir una oposición dialoguista. Estos gobernadores, entre ellos Martín Llaryora de Córdoba, Gustavo Sáenz de Salta, e Ignacio Torres de Chubut, entre otros, están negociando la formación de un bloque de senadores que pueda colaborar con la administración de Javier Milei, buscando un equilibrio en el Senado. “No queremos llevar todas las posturas al extremo como hacen los libertarios o el kirchnerismo. Estamos buscando un esquema compatible con nuestro plan para el 2025”, afirman desde Córdoba, reflejando el interés por construir una alternativa política que pueda sostenerse en el tiempo.

Asimismo, en este nuevo panorama, el diálogo fluye entre los gobernadores que intentan encontrar una postura común que les permita subsistir políticamente. El objetivo es ser una oposición constructiva, evitando los extremos del kirchnerismo y del PRO. Este enfoque también busca ser un punto de apoyo para un nuevo armado político en las próximas elecciones legislativas.

La fragmentación dentro de UP no es aislada. El triunfo y la gestión de Javier Milei han acelerado un reacomodamiento tanto en Juntos por el Cambio como en Unión por la Patria. La dinámica interna de los bloques y las filtraciones que surgieron después del escándalo de Alberto Fernández han dejado al peronismo en una posición difícil, marcada por grietas y tensiones que afectan su cohesión.

En tanto, entre las señales de disidencia, algunos legisladores ya expresan su descontento. Carolina Moises de Jujuy y Guillermo Andrada de Catamarca, ambos del bloque de UP, son mencionados como posibles desertores debido a la falta de participación en las decisiones del bloque. Aunque por ahora permanecen en silencio, su descontento es una muestra del malestar que atraviesa la coalición.

En las últimas semanas, se produjeron movimientos significativos en la esfera política. Gobernadores como Ignacio Torres recibieron a destacados referentes provinciales para discutir una mayor sintonía en el Senado y fortalecer el bloque legislativo. Este acercamiento busca consolidar una posición que beneficie tanto a los legisladores como al gobierno, reduciendo la influencia del peronismo en el Congreso. El trasfondo de estos movimientos refleja un intento de algunos dirigentes por reposicionarse en el mapa político, generando una nueva crisis para un peronismo que enfrenta desafíos para mantener una estrategia coherente y unificada. En medio de las tormentas del pasado, el peronismo se encuentra en una encrucijada, buscando desesperadamente un rumbo claro mientras las tensiones internas continúan marcando su futuro.

El panorama es incierto, y la necesidad de una estrategia sólida y pragmática se vuelve cada vez más urgente para el peronismo, que intenta reconstruir su unidad y enfrentar los desafíos del presente político.