Lo hizo a través de un proyecto de comunicación presentado hoy 25/03 en la Cámara Alta y una nota enviada al presidente de la Nación, Alberto Fernández.
El senador nacional por Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilneck, solicitó la urgente implementación de un conjunto de medidas que incluya la fijación de un precio sostén para el barril de crudo para afrontar la crisis que atraviesa el sector hidrocarburífero, con la finalidad de salvaguardar la economía de las provincias productoras de petróleo, como así también el normal abastecimiento y la integridad de esta industria estratégica para el desarrollo de la Nación.
- El exgobernador rionegrino consideró imperioso establecer un precio para el petróleo -del orden de 54 dólares por barril- que permita continuidad en la actividad y evitar el problema social que se generaría si se pararan equipos, más el efecto negativo sobre las arcas de las provincias productoras, donde la recaudación por regalías caería en forma proporcional a la disminución del precio.
“La emergencia sanitaria a nivel nacional y la crisis internacional golpearon duramente al sector hidrocarburífero, y si no tomamos medidas urgentes, no sólo bajará drásticamente la recaudación, sino que además se perderán miles de puestos de trabajo”, indicó.
Explicó que la pérdida de recursos para el conjunto de provincias como consecuencia de los actuales valores internacionales del crudo asciende a unos $3.800 millones mensuales, lo que en el año significa hasta 2 meses de salarios de los agentes provinciales.
En el caso de Río Negro, implicaría una pérdida de ingresos por regalías hidrocarburíferas de $2.160.000.000 aproximadamente, lo que representa una reducción del 33% en relación a la proyección anual previa a la caída del precio del barril.
“Esto llevaría además a una baja del 10% de la producción petrolera, afectando a las actividades relacionadas a dicha explotación, propiciando una caída significativa de la inversión en estimulación de pozos petroleros, falta de exploración derivada de la cancelación de las inversiones proyectadas, desaceleración de las inversiones en las actividades directas e indirectas, y caída de los puestos de trabajo relacionados con la actividad”.
Explicó Weretilneck que una menor producción de petróleo en Río Negro genera un efecto adverso en la recaudación fiscal, ya que las empresas de servicios relacionadas con la actividad petrolera no estarían pudiendo hacer frente a sus dificultades económicas y financieras, estimándose una caída en la recaudación fiscal en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos de aproximadamente $430.000.000. Es decir, la pérdida total para la provincia ascendería a la suma de $2.590.000.000, cifra equivalente al 75% de la masa salarial mensual provincial.