Por Sergio Checho Basile, Diputado Provincial, UCR
El camino es la paz, el camino es la vida, debemos bajar los niveles de violencia y preguntarnos qué sociedad estamos construyendo.
Se atentó contra la vida de una representante elegida por el voto popular, es decir, contra la democracia, la libertad de pensar y de hacer distinto.
¿No alcanza toda la sangre derramada en este país? Hace casi 40 años aprendimos que no se puede solucionar con violencia y muerte algo con lo que uno no está de acuerdo. Los que defendemos la democracia y la institucionalidad entendemos que hay que enfrentar con más y mejores ideas la posibilidad de cambio de una realidad cruda que nos azota y agobia.
No es momento para vivezas criollas, ni shows mediáticos, ni slogans; no es momento para relatos impuestos ni retrógrados, para salir mejores de este mojón es necesario la madurez social y política suficiente para demostrar con hechos que otro modelo de país en el que queremos vivir, es posible.
¿Se le gana al odio, con más odio? La respuesta es no. Para salir adelante es necesario decir basta a la reversión de pueblo o anti pueblo. ¿Se resuelven los problemas de Argentina con más violencia? La respuesta siempre es: NO.
Como sociedad y dirigentes políticos tenemos la responsabilidad de ser mejores y más que nunca debemos apelar a la demostración real y concreta de que, con ganas, ideas, astucia, participación activa y crítica, con más y mejor política, se le puede ganar a lo que uno no quiere.
¿Cómo le ganamos a la injusticia? Con el apego a la ley, de iguales frente a la misma. ¿Cómo le ganamos a la pobreza y desocupación? Sin inmoralidad como diría Alfonsín, apostando a la distribución de los recursos, a la producción, a quien quiere levantar cabeza trabajando.
¿Cómo le ganamos a la inseguridad, la desesperanza y corrupción? Con coraje, honestidad y transparencia; con el ejemplo, sin saltearse la fila, sin distinciones contra las mafias, con profesionalidad y educación de calidad, con firmeza, desterrando la connivencia con el delito.
La democracia se fortalece en la diversidad de ideas, en poder aceptar que alguien cuestione políticas y actitudes públicas. No hay espacio para el pensamiento único ni los dedos acusadores que quieren echar culpas sin hacer un mea culpa.
No es momento de espejos de colores, o de paracaidistas, es el momento de transformar esta dura y cruda realidad, con un estado presente y eficiente, con entereza, con verdad, memoria y justicia, para comer, educar y curar, es ahora, es con todos, es con vida, es con paz, es con democracia.