12 de noviembre de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Un gran abrazo argentino por Leonardo Grosso

 

Un gran abrazo argentino

 

Asume nuestro gobierno. Después de casi dos meses del triunfo electoral y de mucha ansiedad, llegó el día de hacernos cargo del presente y el futuro de la Argentina. Es momento de dejar atrás las diferencias profundas para ponernos a trabajar en un destino de bien común para todos y todas los argentinos y las argentinas.

El daño que se hizo fue muy profundo. El gobierno de Cambiemos nos deja un país con un 40 % de pobreza, o sea, más de 5 millones de nuevos pobres y una inflación de 60% anual. Nos deja una deuda externa de casi el 100% del Producto Bruto Interno, y nos deja sumergido en una profunda grieta social que dijeron que venían a resolver y que no hicieron más que profundizarla.

También quiero resaltar, porque vivo en San Martín, primer cordón industrial del conurbano bonaerense, que las políticas económicas de los gobiernos de Vidal y Macri produjeron el cierre de casi 3500 Pymes en la provincia de Buenos Aires y muchas de las que no cerraron bajaron su capacidad productiva un 50%. Por lo tanto, también nos queda una provincia y un país con menor potencial industrial y con un alto desempleo, suspensiones y reducción de horas de trabajo.

Con estos índices, a partir de hoy nuestro espacio político asume los destinos de un país plagado de dificultades, que tendrán que ser abordadas con una responsabilidad política y social que no tuvo Cambiemos en estos últimos 4 años. Y va a ser un desafío para todos y todas nosotras.

La principal de esas responsabilidades es un gran acuerdo político y social, una mesa plural con espíritu convocante amplio, donde confluyan todos los sectores de la sociedad y se tracen objetivos responsables para poner a la Argentina de pie, pensando en el bienestar de todas nuestras familias.

Durante 4 años las y los argentinos fuimos engañados, traicionados, por un Gobierno que prometió un país maravilloso y no cumplió con ninguna de esas promesas. Que además de gobernar mal, no convocó a ningún tipo de diálogo. Nos llevó a una crisis que tuvimos que afrontar con el esfuerzo de compañeras y compañeros que trabajaron incansablemente en comedores, merenderos, instituciones intermedias y barrios para que nuestro pueblo pueda comer.

Tenemos la esperanza, el deseo y la capacidad de crear un futuro distinto en el cual los pibes y las pibas vayan a la escuela a estudiar y no a comer. Una Argentina sin hambre es urgente. Es la primera deuda que tenemos que pagar.

La Argentina que viene va a ser una Argentina sin divisiones, una Argentina que deje atrás el dolor constante, que genere certidumbre y que nos permita de una vez por todas poder unirnos en un gran abrazo de todos los argentinos.

(*) Diputado nacional por el Frente de Todos.

Fotos de portada Telám autor Ferrari Raúl

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