Durante la tercera reunión informativa por la reforma de ley de alquileres se habló del papel de la mujer y la perspectiva de género como un punto importante en el debate.
Antes de comenzar la Comisión, la Diputada Nacional Ana C. Carrizo de Evolución Radical por la Ciudad de Buenos Aires, habló con la prensa respaldando el Congreso abierto. Fue así que festejó la participación de diferentes organismos y entidades ligadas a la problemática de alquiler que no solo se limitan a inquilinos y corredores inmobiliarios y/o propietarios.
Señaló que la perspectiva de género es un buen punto en tanto los cambios que sufrió la estructura de la familia. En este sentido expresó que “el 48% de las mujeres según los datos son jefas de hogar así que son ellas las que alquilan y las que cuidan”.
“Me parece que es muy interesante todas las perspectivas que se puedan instalar, pues el universo del inquilino es muy distinto en nuestro país” resaltó para describir que “no es lo mismo el alquiler de turismo o en una ciudad universitaria así que hemos podido reconstruir un poco ese universo y el principal que queremos proteger es quien alquila para la familia”. Destacó así que, en este segmento con 5 millones de inquilinos, es muy importante la planificación a largo plazo: “cuando proyectás una familia, pensás en cosas como la escuela, el trabajo, etc.”, aseveró.
Sobre el comienzo de la reunión tuvo la palabra Lucia Cavallero, miembro representante del colectivo de Ni Una Menos.
Su exposición comenzó con el enfoque: “las violencias se sustentan en relaciones desiguales de poder”. Al respecto señaló como punto principal el descenso de ingresos en mujeres y colectivo LGTB tanto en la pandemia como por las “políticas neoliberales” y el acuerdo con el FMI en 2018. En tal sentido manifestó que han recibido muchas consultas “de mujeres que estaban atravesando situaciones de violencia de género y encontrándose inmersas en una situación de caída de ingresos, de incremento de tareas de cuidado que muchas veces han hecho difícil que las mujeres pudieran participar del mercado laboral».
Y resaltó que: «Todas estas situaciones se relacionaron con una crisis habitacional muy profunda de la que todavía no hemos salido. Y ha aparecido un fenómeno que es importante para pensar y que de alguna manera lo propone el punto de vista de la economía feminista que es meterse en cada casa para pensar las desigualdades que ha aparecido un endeudamiento masivo que se ha originado por la incapacidad de poder pagar el alquiler. Esa es una situación que aún no se ha solucionado”
“Tenemos que pensar qué le pasa a una mujer inquilina, jefa de hogar con carga de trabajo y cuidado de su casa, así como las personas trans y travestis que fueron las más afectadas durante la pandemia por esta caída de ingresos y esta acumulación de deudas”, aseveró la militante feminista.
Asimismo subrayó que “el precio del alquiler hoy se ha convertido en una fuente de endeudamiento. Me parece que el eje de esta discusión debe basarse en el problema de los ingresos que no es algo que se haya originado por la ley sino que es un problema general de la economía y que además de esto tenemos un problema que es la privatización del acceso a la vivienda que impacta de manera más profunda en esta poblaciones vulneradas”.
“Por eso creemos que lo que se tiene que estar discutiendo es este problema y no la reforma de la ley. Habría que pensar en cómo avanzamos en mejoras para la protección del derecho de la inquilinas. Esto corre el eje de la discusión; acá hay un problema de ingresos y un problema que afecta a las mayorías sociales. Hay que avanzar sobre partes que ya están reglamentadas en la ley y pensar desde el punto de vista de los derechos y las derechas de los inquilinos. Y para eso no es necesario reformar esta ley. Por ejemplo avanzar en reformas de las regulación inicial que estén de acuerdo con el ingreso de las mayorías”, conluyó.