El tercer encuentro referido al tema de la conformación del máximo tribunal de justicia se llevó a cabo en el Salón Arturo Illia y fue presidido por el senador por Jujuy Guillermo Snopek (Frente de Todos), secundado por su par por Neuquén Oscar Parrilli (Frente de Todos).
El primer expositor de la jornada fue el ex ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni quien contó que la Corte, de la que formó parte 11 años, «debe tener 100-150 pedidos de inconstitucionalidad y entre 15 mil y 17 mil firmas al año, de los que se queda con el arancel de la recaudación».
«Diecisiete mil firmas es una cada media hora sin dormir ni sábados y domingos. A mí me traían pilas de carpetitas con papelitos adentro, diciendo esto es 280. No es un problema de tiempo solamente sino de conocimiento», indicó.
Zaffaroni reconoció que tuvo que, «firmar sentencias de materias que no conozco. Uno se rodea de la mejor gente que pueda, pero no es uno el que está haciendo la sentencia. Esas carpetitas circulan, se firman en serie, se pasa al pleno y se va firmando en círculo. Cuando se termina se pregunta: `¿Hemos firmado algo trascendente hoy porque nos van a preguntar los periodistas?`. Así trabaja la Corte y ese es el problema».
Al referirse al número de jueces de la Corte, Zaffaroni advirtió que: «tenemos un problema republicano» por «concentrar en tres personas» las decisiones del máximo tribunal de Justicia del país y remarcó que «la concentración de poder es problemática». Señaló además que «la gran mayoría de los miembros ha sido de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires»
Dijo que «el Presidente de la nación puede autolimitarse con un decreto y pedirle a los gobernadores que le proporcionen dos nombres, uno de un hombre y otro de una mujer, para elegir uno y así tendríamos una Corte de 24 ministros» y recordó que «desde La Plata para abajo nunca ha habido un ministro de la Corte».
El ex ministro de Justicia y Derechos Humanos, León Arslanián, quien formó parte del consejo consultivo del Poder Judicial que impulsó por decreto el presidente en el 2020, puntualizó que «los temas vinculados con la Corte tienen complejidad, ya sea el número, la competencia, el modelo de organización, la naturaleza de los recursos, los filtros necesarios para darle eficacia al tribunal».
«El tema del número de jueces de la Corte integra un programa. El grueso de los expedientes que se resuelven en la Corte se resuelve en el 280, en una plancha. Soy contrario al número de 5 que tiene. Estoy a favor de un aumento del número de los ministros de la Corte», sintetizó.
Agregó que «tenemos 44 millones de habitantes, es un país federal de 24 estados, estamos rodeados de países con Cortes de un número muy superior incluso al de los 9 que se proponen. Cada año ingresan 28 mil expedientes nuevos y se despachan entre 7 y 10 mil y en apenas el 2 por ciento de los fallos que dicta desarrolla fundamentos propios».
Arslanián se inclinó por «ampliar el número a uno no inferior a diez con tres salas de tres y un presidente cuyo mandato debe modificarse por año» por entender que «por debajo de ese número no es posible dictar justicia como corresponde» y juzgó que «la división en salas es absolutamente pertinente».
Luego fue el turno de Diego Duquelsky Gómez, profesor de filosofía del Derecho, se pronunció en favor de «ampliar el número de miembros» para poder así «garantizar la pluralidad de visiones, la composición de género y los derechos fundamentales».
Además dijo que resulta necesario «repensar mecanismos que garanticen la representación de miradas» porque ello «nos va a permitir tener una Corte que no esté alejada de la realidad».
A su turno, la interventora del Servicio Penitenciario Federal, María Laura Garrigós de Rébori, recalcó que «se debe tener paridad de género en el tribunal», abogó para que «periódicamente, en 7 o 5 años, los jueces rindan cuenta de su gestión, de cuánto recibieron y cuánto sacaron, hablando del flujo de causas».
Aclaró que «los tiempos judiciales son previsibles» pero «la Corte rompe la previsibilidad y saca las causas de acuerdo a la urgencia, a la complejidad y al tiempo mediático del expediente. Es muy arbitraria esa selección».
Tras sostener que «es inevitable que la Corte siga siendo la casación de todo el país», Garrigós de Rébori alertó a los legisladores: «esta es la oportunidad: aumenten la Corte, denle paridad, armen una Corte con salas de las diferentes materias».
Finalmente, René Casas, ex Juez de Cámara de Jujuy, destacó puntualmente el proyecto presentado por la senadora por Neuquén Silvia Sapag y alertó que «el momento político que se vive puede malograr el espíritu de la ley y complicar su capacidad normativa».